El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, abrió este jueves (23 de marzo) la puerta a posibles negociaciones sobre las fronteras de Ucrania, aunque reiteró que cualquier decisión sobre este tema corresponderá a los ucranianos.
Al comparecer ante el Congreso en Washington, reafirmó que cualquier eventual paz con Rusia debe ser “justa y duradera”, es decir respetando la independencia y la integridad territorial de Ucrania.
Pero pareció aceptar que las fuerzas ucranianas no llegarían a recuperar todos los territorios anexados por Rusia, en especial Crimea.
“Creo que va a haber territorio en Ucrania por el que los ucranianos están decididos a luchar” y “puede haber territorio que decidan que tendrán que tratar de recuperar de otras formas”, dijo Blinken.
Blinken fue interrogado por el legislador republicano Chris Stewart sobre si Estados Unidos respaldaba al presidente Volodimir Zelenski en su intento de recuperar Crimea, anexada por Moscú en 2014.
Al respecto, el secretario de Estado insistió en que “son decisiones que deben tomar los ucranianos sobre cómo ven su futuro y cómo se traduce eso en términos de soberanía, integridad territorial e independencia del país”.
“Lo que no queremos, en interés de todos, es que esto se resuelva en un lugar y tiempo que solo invite a los rusos a reposicionarse, rearmarse y volver a atacar”, afirmó.
Estados Unidos y sus socios occidentales no reconocen la anexión de Crimea por parte de Moscú, donde Rusia celebró un referendo en 2014 que no fue aceptado por Kiev ni por Occidente. Tampoco reconocen los territorios anexados por las fuerzas rusas en el este de Ucrania, donde actualmente tienen lugar feroces combates.
En el foro de Davos en enero, Zelenski dijo que Ucrania tenía como objetivo recuperar Crimea, a la que llamó “nuestra tierra”. Moscú se ha negado a incluir a Crimea, donde la mayoría de la población habla ruso, en posibles conversaciones de paz.
Ucrania anunció próxima contraofensiva y pidió acelerar la entrega de armas
Ucrania anunció este jueves 23 de marzo una inminente contraofensiva en Bajmut (este) y advirtió a sus aliados europeos que la demora en la entrega de aviones de combate y misiles de largo alcance podría eternizar la guerra con Rusia.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, visitó la región meridional de Jersón, parcialmente ocupada por las tropas rusas, al día siguiente de mostrarse en la línea de frente cerca de Bajmut. En el tren de regreso a Kiev, describió la devastación de esa zona tras más de un año de guerra, en un video destinado a los mandatarios de la Unión Europea (UE) reunidos en una cumbre en Bruselas.
El mandatario agradeció a la UE la decisión de enviar más proyectiles para Ucrania, pero insistió en obtener aviones de combate modernos para luchar contra los rusos. “No podemos retrasar la transferencia de armas a nuestros soldados, que pueden proteger a los ucranianos del terror, afirmó Zelenski en el video.
Eslovaquia anunció que había entregado una primera tanda de cuatro cazas MiG-29, de un total de trece prometidos. Pero el resto del bloque se ha negado hasta ahora a entregar a Ucrania aviones producidos y construidos en países occidentales.
El Ejército ucraniano anunció durante la jornada que las tropas rusas se habían replegado de la localidad de Nova Kajovka, en la región de Jersón, pero luego admitió que se trataba de una información errónea, que ya había sido desmentida por Rusia.
¿Contraofensiva inminente en Bajmut?
El jefe de las fuerzas terrestres ucranianas, Oleksandr Syrsky, afirmó que lanzaría una contraofensiva inminente en Bajmut, teatro de la batalla más cruenta y prolongada desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero de 2022.
“El agresor no ceja en su intento de tomar Bajmut a cualquier costo, pese a las pérdidas humanas y materiales” que sufre, señaló en Telegram. “Sin escatimar nada, están perdiendo mucha fuerza y se están agotando. Muy pronto aprovecharemos esta oportunidad como hicimos cerca de Kiev, Járkov, Balakliya y Kupiansk”, añadió, refiriéndose a exitosas contraofensivas del año pasado.
Bajmut, destruida y evacuada por la gran mayoría de sus 70.000 habitantes, se encuentra en el Donbás, parcialmente ocupada por separatistas prorrusos en 2014 y que Moscú quiere controlar por completo.
El Ejército ruso, apoyado por el grupo paramilitar Wagner, rodea la ciudad por el norte, el este y el sur, lo que complica el abastecimiento de los soldados ucranianos. El mando militar de Kiev apuesta, sin embargo, por una guerra de desgaste antes de pasar a la ofensiva.
Con información de AFP.