El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este lunes 30 de mayo que no le entregará a Ucrania sistemas de lanzamiento de cohetes de largo alcance (MLRS) que puedan llegar a territorio ruso, a pesar de que Kiev ha pedido en reiteradas ocasiones este tipo de armamento.
“No vamos a enviar a Ucrania sistemas de cohetes que puedan llegar a Rusia”, les dijo Biden a los periodistas el lunes por la mañana.
El anuncio fue hecho días después de que el Congreso de ese país aprobó un nuevo paquete de ayuda de 40.000 millones de dólares para Ucrania, en un momento en que el Pentágono advierte de un conflicto a largo plazo.
El paquete incluye 6.000 millones de dólares para que Ucrania adquiera vehículos blindados y refuerce su sistema de defensa aérea.
Casi 9.000 millones se destinarán para garantizar, entre otros elementos, “la continuidad de las instituciones democráticas ucranianas”, así como objetivos humanitarios.
“La ayuda a Ucrania va mucho más allá de la caridad”, dijo el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, horas antes de que la Cámara alta aprobara la financiación por una amplia mayoría de 86 votos contra 11.
“El resultado de este conflicto moldeará el futuro de la seguridad estadounidense y de los principales intereses estratégicos” del país, añadió.
El proyecto de ley, que ya había hecho su trámite por la Cámara de Representantes, debe ser promulgado por el presidente Joe Biden.
Su administración, a la espera de esta nueva entrada masiva de recursos, aprobó, así mismo, un nuevo paquete de asistencia militar de 100 millones de dólares, elevando a un total de 3.900 millones la ayuda ya proporcionada por Estados Unidos, en forma de armas y equipos.
A mediados de marzo, el Congreso ya había liberado casi 14.000 millones de dólares para Ucrania.
Pero la extensión de los combates, que se alejaron de la capital y se trasladaron al este y al sur de Ucrania, llevó a Biden a pedir, durante semanas, otra ronda de apoyo financiero.
El presidente expresó varias veces su deseo de liderar lo que él describe como una gran batalla de la democracia contra el autoritarismo. No obstante, según el mismo mandatario, los fondos que ya habían sido destinados al apoyo de Ucrania estaban a punto de agotarse.
Reacción rusa
El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvedev, calificó de “razonable” la decisión del presidente estadounidense de no suministrarle a Ucrania sistemas de misiles que lleguen a territorio ruso.
“De lo contrario, al atacar nuestras ciudades, las Fuerzas Armadas rusas habrían cumplido su amenaza y habrían atacado los centros para tomar estas decisiones criminales”, señaló en su cuenta de Telegram, informó la agencia TASS.
El embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antonov, había advertido el pasado sábado a Estados Unidos que el envío de nuevos sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS) sería interpretado por Moscú como una “escalada del conflicto” y una provocación.
“Tenemos que verificar con cuidado esta información. De momento, partimos de las declaraciones del portavoz del Pentágono, John Kirby, en las que asegura que todavía no se ha tomado una decisión al respecto”, dijo en comentarios recogidos por la agencia rusa.
Estados Unidos había comenzado a estudiar abiertamente esta posibilidad en los últimos días, según fuentes de la Casa Blanca a la cadena CNN, con la entrega de MLRS y de una versión ligera, el llamado Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad M142 (HIMARS), capacitado para alcanzar objetivos a unos 300 kilómetros de distancia.
De hecho, el primer ministro británico, Boris Johnson, se mostró claramente a favor del envío de este material, siempre que sea empleado en circunstancias puramente defensivas, dado que existe el peligro de que el sistema podría disparar misiles de largo alcance que podrían alcanzar territorio ruso.
“Existe el riesgo de que tales armas se coloquen cerca de las fronteras rusas y los ucranianos tengan la oportunidad de atacar ciudades rusas. Para nosotros, sería una situación inaceptable”, señaló el embajador Anatoli Antonov.
Añadió: “Esperamos que prevalezca el sentido común”, tras advertir en ese momento que “Washington no adopte una decisión tan provocadora, porque el bombeo de armas a Ucrania aumenta significativamente los riesgos de una escalada del conflicto”.
* Con información de Europa Press y AFP
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