Este domingo, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain, explicó que aún quedan cerca de un centenar de ciudadanos estadounidenses en Afganistán, después de haberse terminado la operación de evacuación el pasado 31 de agosto.
Klain explicó que la Administración del presidente Joe Biden espera que Catar reanude el tráfico aéreo con la capital afgana, Kabul, en cuestión de días, lo que permitiría la salida de los estadounidenses.
“Sabemos que muchos de ellos tienen familiares. Muchos quieren quedarse”, dijo el funcionario Klain en diálogo con CNN. “Pero tenemos que sacar a quienes quieran marcharse, tal como ha dicho el presidente”, recalcó.
Además, Washington está trabajando para evacuar a afganos con visado especial de inmigración, una categoría que beneficia a quienes colaboraron con las fuerzas militares extranjeras durante los 20 años que estuvieron en el país.
La Unión Europea espera mantener su presencia en Kabul
Los países de la Unión Europea (UE) han decidido coordinarse para mantener una presencia en Kabul y así permitir la evacuación de personas que deseen salir del país, pero todo ello dependerá de las condiciones de seguridad, dijo el viernes el jefe de la diplomacia, Josep Borrell.
“Hemos decidido (...) coordinar nuestros contactos con los talibanes, incluyendo una presencia (de la UE) en Kabul, si las condiciones de seguridad lo permiten”, dijo Borrell en Eslovenia luego de una reunión de cancilleres del bloque.
La presencia de la UE en la capital afgana, nuevamente bajo control de los talibanes, es permitir que continúen en seguridad las operaciones de evacuación de personas que deseen salir del país.
Para “evacuar a las personas que deseamos recibir, precisamos de un compromiso fuerte y de un contacto fuerte” con las personas en el poder, apuntó Borrell.
El diplomático español también mencionó la necesidad de continuar, a través de una “plataforma política”, la colaboración con los países vecinos de Afganistán.
Esta semana los países de la UE se comprometieron a apoyar a los países de la región para dar la bienvenida a los refugiados que huyen de los talibanes.
La UE desea evitar una oleada migratoria en su territorio, que hasta el momento no ha ocurrido, ya que Pakistán e Irán albergan los mayores contingentes de refugiados afganos.
La formación de un nuevo gobierno en Afganistán se hace esperar
Los afganos y la comunidad internacional tendrán que esperar al menos hasta el sábado para conocer la composición del nuevo gobierno dirigido por los talibanes que, según prometieron, será representativo y tolerante, sobre todo en lo relativo a las mujeres.
El anuncio del gabinete se esperaba inicialmente para después de la plegaria del viernes por la tarde, pero un portavoz talibán indicó a la AFP que este no llegaría, al menos, hasta el sábado.
El movimiento islamista radical se enfrenta al desafío de pasar de ser un grupo insurgente a administrar el poder apenas días después de la retirada definitiva de las tropas de Estados Unidos tras dos décadas de guerra.
La cautela y el recelo de la comunidad internacional se mezclan con muestras de interacción con los nuevos líderes.
China confirmó la información de un portavoz talibán, según el cual el Ministerio de Asuntos Exteriores chino se comprometió a mantener abierta su embajada en Kabul y a mejorar sus relaciones.
“Esperamos que los talibanes establezcan una estructura política inclusiva y abierta, lleven a cabo una política interior y exterior moderada y estable, y rompan con todos los grupos terroristas”, indicó el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin.
Entre tanto, Naciones Unidas anunció la reanudación de sus vuelos humanitarios desde Pakistán hacia las ciudades de Mazar-i-Sharif (norte) y Kandahar (sur).
Catar reconoció estar trabajando con las nuevas autoridades para reabrir el aeropuerto de Kabul, clave para hacer llegar la ayuda humanitaria a la capital.