Estados Unidos impuso este jueves 3 de marzo nuevas sanciones a oligarcas rusos “que siguen apoyando al presidente Vladimir Putin a pesar de su brutal invasión de Ucrania”, dijo el gobierno de Joe Biden.

Ocho nuevos miembros de la “élite rusa” y sus familiares verán congelados sus eventuales activos en Estados Unidos y bloqueado el acceso al sistema financiero estadounidense.

Se trata en particular de Alisher Usmanov, una de las personas más ricas de Rusia y un aliado cercano de Putin, y de Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin y “uno de los principales proveedores de la propaganda” del Kremlin, dijo la Casa Blanca.

En el caso de Usmanov, las medidas afectarán a “su superyate, uno de los más grandes del mundo, y que acaba de ser confiscado por Alemania, y su jet privado, uno de los aviones privados más grandes de Rusia”, según un comunicado.

Además, fueron sancionados Nikolai Tokarev, director ejecutivo de Transneft, un peso pesado en el sector del petróleo y el gas; Boris y Arkady Rotenberg, dos hermanos de una familia considerada muy cercana a Putin; Serguéi Chemezov, jefe del conglomerado de la industria petrolera Rostec Defense; Igor Shuvalov, director de VEB, el banco de desarrollo ruso, y Yevgeniy Prigozhin, otro amigo cercano del Kremlin.

Se suman a las personalidades rusas ya sancionadas la semana pasada por Estados Unidos, para alinear la lista estadounidense con las sanciones de la Unión Europea, que desde el lunes incluyen a varios de estos nombres, le dijo a la AFP una fuente cercana al tema.

Washington ya había sancionado la semana pasada a empresarios rusos, allegados al Kremlin e incluso a Putin.

Las nuevas medidas incluyen a los familiares directos de los sancionados para evitar que transfieran sus propiedades a sus parientes.

Al tiempo, se prohíbe la entrada a Estados Unidos a 19 oligarcas rusos y 47 miembros de sus familias, precisa la Casa Blanca sin publicar sus nombres.

Esta nueva ola de medidas punitivas estadounidenses se produce cuando varios de estos multimillonarios están bajo presión o comienzan a distanciarse de la guerra iniciada por Vladimir Putin en Ucrania.

El presidente Biden prometió, el martes por la noche durante el discurso ante el Congreso sobre el Estado de la Unión, perseguir las “ganancias mal habidas” de los oligarcas rusos y apoderarse de sus “yates, apartamentos de lujo y aviones privados”.

En coordinación con sus aliados europeos, Washington creó así el miércoles una célula de investigadores encargada de perseguirlos y, posiblemente, incautar estos bienes de lujo.

“Estos individuos se han enriquecido a costa de los rusos” “y son los encargados de proporcionar los recursos necesarios para apoyar la invasión de Ucrania por parte de Putin”, estima el ejecutivo estadounidense.

“El Tesoro compartirá su inteligencia financiera y otras pruebas, cuando corresponda, con el Departamento de Justicia para respaldar los procesos penales y las incautaciones de activos”, señaló la Casa Blanca.

Con información de AFP.

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