Tras las denuncias presentadas por la dirigencia oficialista venezolana en las que responsabiliza a Kevin Whitaker, embajador de EE. UU. en Colombia, por maquinar un golpe de Estado y un magnicidio contra Nicolás Maduro, la respuesta y el rechazo del gobierno norteamericano no se hicieron esperar. El gobierno estadounidense tachó de "falsa e infundada" la acusación del chavismo de que el embajador Kevin Whitaker estuvo involucrado en un plan de "magnicidio" y "golpe de Estado" contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. "Cualquier acusación de ese tipo es infundada y falsa", dijo a la Agencia EFE una fuente del Departamento de Estado respecto a las denuncias que implican a Whitaker. "Hemos visto muchas veces que el gobierno venezolano intenta distraer de sus propias acciones al culpar a Estados Unidos o a otros miembros de la comunidad internacional de acontecimientos que ocurren dentro de Venezuela", añadió la fuente, que pidió el anonimato. La acusación "refleja una falta de seriedad por parte del gobierno venezolano a la hora de lidiar con la grave situación que enfrenta", y Venezuela "debería estar centrado en dar respuesta a las quejas legítimas del pueblo venezolano", concluyó la fuente estadounidense. La denuncia sobre Whitaker provino del alcalde de Caracas y dirigente nacional del Partido Socialista (PSUV), Jorge Rodríguez, quien acusó también a la exdiputada opositora venezolana Maria Corina Machado de estar involucrada en la trama. Rodríguez presentó como prueba varios correos electrónicos supuestamente enviados por Machado a políticos de oposición como Diego Arria y Henrique Salas Romer, que presuntamente forman parte de una "investigación penal y criminal". En uno de los mensajes, enviado entre direcciones sin nombres de personas y atribuido por Rodríguez a Machado, la exdiputada se dirige presuntamente al abogado Gustavo Tarre para decirle: "Ya Kevin Whitaker me reconfirmó el apoyo e indicó los nuevos pasos". "¿Sabía el departamento de Estado de los EE.UU. que la ultraderecha venezolana cuando intenta sus eventos criminales (...) pide instrucciones y autorización a un oficial del departamento de Estado norteamericano? ¿Lo sabe el señor presidente, Barack Obama?", se preguntó Rodríguez. Precisamente este miércoles el pleno de la Cámara de Representantes de EE.UU. votó a favor de un proyecto de ley para sancionar a funcionarios del gobierno de Maduro sospechosos de estar vinculados con la violación de derechos humanos durante las protestas en ese país. La legislación queda ahora en manos del Senado, donde hay en consideración otro proyecto de ley similar. De ser aprobado un texto único requeriría la firma del presidente de EE.UU., Barack Obama, cuya administración se ha mostrado hasta ahora reticente a imponer sanciones a funcionarios venezolanos. Por su parte, la dirigente opositora María Corina Machado afirmó que las supuestas pruebas presentadas por el chavismo que la vinculan al golpe de Estado contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, son falsas y anunció que presentará una denuncia formal ante la Fiscalía. "Todos los correos y cada una de las palabras son falsas y absolutamente inventadas (...) yo no quiero que nada malo le pase a él (Maduro), yo lo único que quiero es su renuncia", dijo Machado en una rueda de prensa después de que dirigentes chavistas la acusaron de estar involucrada en un plan magnicida. Desde hace más de tres meses, Venezuela vive protestas contra el Gobierno que en algunas ocasiones han derivado en incidentes violentos que han dejado 42 muertos, más de 800 heridos y centenares de encausados. El Ejecutivo sostiene que estas manifestaciones son organizadas con la finalidad de desestabilizar al Gobierno y promover una salida fuera de la Constitución venezolana, algo que la oposición niega.