Todos los viajeros procedentes de Reino Unido estarán obligados a presentar una prueba negativa del coronavirus antes de abordar un avión a partir del lunes, anunciaron las autoridades estadounidenses, al señalar la última restricción impuesta después de que se detectara en ese país una nueva cepa del virus.
La nueva regla entrará en vigor este lunes y requerirá una prueba negativa realizada en las 72 horas previas al embarque, dijeron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos en un comunicado.
“Este requisito de una prueba adicional fortalecerá nuestra protección del público estadounidense para mejorar su salud y seguridad y garantizar viajes internacionales responsables”, agregó.
En marzo, Estados Unidos impidió la llegada de ciudadanos extranjeros que habían visitado el Reino Unido en las dos semanas anteriores, lo que redujo significativamente el tráfico aéreo desde allí.
Algunas aerolíneas como British Airways y Delta ya han acordado exigir que los pasajeros certificaran ser negativos por la covid-19 antes de partir a Nueva York desde Reino Unido a causa de la nueva cepa.
Los gobiernos de la Unión Europea han comenzado a flexibilizar las prohibiciones de viaje de Reino Unido para contener la variante e instaron a los países a reabrir sus fronteras exigiendo pruebas obligatorias para las llegadas.
El cofundador de BioNTech, una de las compañías detrás de la vacuna que se lanzó en todo el mundo esta semana, dijo que es “altamente probable” que su medicamento funcione contra la nueva cepa detectada en Reino Unido y que, en caso de que no, podría adaptarse en un plazo de seis semanas.
La nueva cepa de la covid-19 es más contagiosa, según firmó este jueves un estudio médico que advirtió sobre las consecuencias de ello en la mortalidad en Reino Unido.
“Según los datos preliminares disponibles”, la variante del Sars-Cov-2, sospechosa de haber originado el gran aumento del número de casos en el sudeste de Inglaterra en las últimas semanas, “podría ser entre un 50 % y un 74 % más contagiosa”, indicó el biólogo Nick Davies, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM), uno de los autores de la investigación.
Esta estimación, difundida vía Internet y que aún no fue confirmada por ninguna revista científica, coincide con la de “un 50 % al 70 %” indicada el lunes en una rueda de prensa por los científicos que asesoran al gobierno británico.
El primer ministro británico, Boris Johnson, habló el pasado fin de semana de una transmisión un 70 % superior y las autoridades británicas comunicaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que la nueva cepa se transmite entre un 40% y un 70% más.
Detectada por primera vez en septiembre en Reino Unido, esta variante llamada VOC 202012/01 comporta 22 mutaciones en el genoma de la covid-19.
Una de ellas afecta a la proteína Spike (espícula) del coronavirus, con la que el virus se engancha a las células humanas para penetrarlas, lo que facilita los contagios.
Los investigadores de la LSHTM “no encontraron por el momento elementos que indiquen que los contagiados por esta mutación presenten un mayor riesgo de ser hospitalizados o morir”.
Aunque la nueva cepa no sea más peligrosa que las anteriores, el probable “importante aumento” del número de casos podría afectar al número de muertos, que podría “ser superior en 2021 que en 2020”, según el estudio.
Las autoridades británicas ya anunciaron el pasado fin de semana nuevas restricciones, como un reconfinamiento en Londres y en el sudeste de Inglaterra.