Para nadie es un secreto que el mundo ha cambiado en cuanto a ser más conscientes con el planeta. Tanto así, que varias empresas en el mundo han transformado sus operaciones para llevarlas a un nivel más sostenible. Sin embargo, en Latinoamérica sigue siendo todo un desafio.

Una reciente encuesta de BCG muestra que las empresas están teniendo grandes dificultades en su camino para reducir sus emisiones y alcanzar la ansiada meta net-zero.

Dicha encuesta muestra que el 67 % de las compañías latinoamericanas consultadas señalaron que la reducción de las emisiones de carbono es “muy importante” para su organización, con una cifra superior al 56 % del promedio global.

No obstante, solo el 5 % de las empresas en Latinoamérica señalaron haber reducido sus emisiones durante los últimos cinco años, de acuerdo con sus ambiciones, esto con más del 75 % de sus objetivos cumplidos y 6 % indicaron que ni siquiera tenían definidos objetivos.

Ahora bien, a nivel mundial, el porcentaje es ligeramente superior, pero igualmente preocupante: con apenas el 11 % indicaron haber disminuido sus emisiones durante los últimos cinco años, de acuerdo con sus objetivos.

Además, el 56 % de las empresas en Latinoamérica planean ampliar el alcance de sus reportes en los próximos cinco años y ya cuentan con un equipo trabajando en ello, frente al 38 % de promedio mundial.

Las tareas de seguimiento y medición se deben realizar a lo largo de toda la cadena de valor,

“Si bien, las empresas en general están comprometidas con reducir sus emisiones, estos datos ponen de relieve los desafíos que están afrontando, especialmente a la hora de medir integralmente su impacto”, explica Christopher Weisz, socio de BCG GAMMA.

En la región, el 28 % de las organizaciones participantes en esta encuesta reconocieron no haber alcanzado ni siquiera el 25 % de los objetivos que se formularon durante los últimos cinco años, y el 37 % apuntaron que solo materializaron entre el 25 y el 50 % de sus ambiciones.

“Esto muestra que las buenas intenciones no son suficientes, sino que es necesario el desarrollo de una estrategia exhaustiva, con metas claramente definidas y medibles”, añade Weisz.

¿Cómo solucionarlo?

Para alcanzar la neutralidad en carbono para 2050, las emisiones mundiales deben reducirse a la mitad hasta 2030. Por consiguiente, las empresas necesitan de manera urgente una solución para medir con precisión el alcance total de sus emisiones antes de poder gestionarlas de manera efectiva.

Esta labor no puede ser individual, ya que las tareas de seguimiento y medición se deben realizar a lo largo de toda la cadena de valor, lo que proporcionará a los ecosistemas enteros los datos de cada producto que necesitan para reducir su huella de carbono.

Por su parte, Boston Consulting Group, con su herramienta CO₂ AI de BCG, y CDP (organización mundial referente en la generación de informes medioambientales) ratificaron una alianza estratégica para desarrollar conjuntamente una plataforma que permita a las empresas colaborar y acelerar sus procesos de optimización de emisiones compartiendo datos de sostenibilidad de cada producto de una manera segura, auditable y práctica.

“La plataforma ayudará a las empresas a medir y compartir datos primarios de sostenibilidad de manera más integral al permitir que todos los miembros de los ecosistemas intercambien datos de una forma fácil y transparente. Además, usará inteligencia artificial para mejorar la precisión de la medición e incorporará la tecnología más avanzada para garantizar la seguridad durante el intercambio de datos”, explica Weisz.

“Se trata del siguiente paso en el desarrollo de CO₂ AI: una solución integral de inteligencia artificial que empresas de todos los sectores pueden implantar para cuantificar las emisiones actuales y hallar maneras de reducirlas a escala”, concluye el socio de BCG GAMMA.

Cabe resaltar que dicha herramienta brindará importantes beneficios, ya que permitirá ofrecer información transparente a gran escala, además de medir con precisión las emisiones de alcance 3 (emisiones externas que se generan en la cadena de valor de la empresa informante).