El 23 de marzo del año 2013 no fue un día cualquiera para el catolicismo, puesto que por primera vez en la historia el mundo vería un abrazo entre dos papas, Francisco, quien llevaba apenas 10 días de haber sido proclamado, y Benedicto XVI, que acaba de pasar a la posición de Sumo Pontífice emérito de la Iglesia Católica, tras su renuncia unos meses atrás, argumentando problemas de salud.

Esta reunión entre los dos papas se dio en Castel Gandolfo, una pequeña localidad italiana situada en la región del Lacio, a orillas del lago Albano, a 18 km al sureste de Roma. Este municipio es muy conocido por encontrarse allí la residencia de verano del papa, epicentro de la que fue la noticia más importante por esos días.

Ese día, Francisco descendió del helicóptero y caminó con los brazos abiertos hacia su predecesor, el papa emérito Benedicto XVI. Fue la primera vez que se encontraban. La emoción era palpable y el sentimiento de hermandad intenso, según los relatos de quienes estuvieron allí ese día.

“Gracias por su visita”, dijo Benedicto XVI al Papa Francisco. “¡Gracias a usted, Santidad!”, replicó el Papa. La escena tuvo lugar en la capilla del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo. La Residencia Papal (Residenza Papale en italiano) es un edificio del siglo xvii que fue diseñado por Carlo Maderno para el papa Urbano VIII. El Palacio Papal y el chalet colindante de Barbarini fueron añadidos al complejo por Pío XI.

La Agencia Católica de Informaciones - ACI Prensa, resalta que en ese encuentro el Papa Francisco rechazó el reclinatorio reservado al Pontífice e invitó a Benedicto a arrodillarse junto a él exclamando “¡Somos hermanos!”. Una vez concluida la oración, el Papa Francisco ofreció al Papa Emérito un regalo: el icono de la Virgen de la Humildad.

“No conocía este apelativo de la Virgen”, admitió el Santo Padre Francisco, añadiendo: “Permítame decirle algo. Desde el momento en que la vi, pensé enseguida en usted, así de humilde en su pontificado. ¡De verdad que nos dio mucha sencillez y ternura!”.

“Gracias, qué regalo. No nos olvidemos de la humildad”, fue la respuesta de un conmovido Benedicto XVI. Siguiendo este momento, de nuevo, un fuerte abrazo.

El Papa Francisco se encuentra con el Papa Emérito Benedicto XVI en Castelgandolfo. (Foto de Alessandra Benedetti/Corbis vía Getty Images) | Foto: Getty Images

“Desde aquel día, los encuentros –públicos y privados– entre el Papa Francisco y su predecesor se fueron multiplicando, y recientemente el Pontífice telefoneó a Benedicto para felicitarle por su onomástico, San José. Una demostración más del afecto y la estima que existe entre ambos”, narra la ACI sobre lo que pasó tras la primera vez que el mundo vio juntos a dos papas.

Falleció Benedicto XVI

A pocas horas de que se termine el 2022, el Vaticano confirmó, a través de un comunicado expedido por su director de prensa, Matteo Bruni, el deceso del papa emérito, Benedicto XVI, quien en los últimos meses había presentado serias complicaciones en su estado de salud.

“Con pesar doy a conocer que el papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy, a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, reza el comunicado con el que El Vaticano reveló la noticia del deceso del otrora cardenal alemán Joseph Ratzinger, de 95 años de edad, y quien se convirtió en pontífice en 2005 tras el cónclave por la muerte de Juan Pablo II.

El papa emérito, Benedicto XVI, se caracterizó al interior de la iglesia católica por su amplio conocimiento teológico y su línea ultraconservadora, llevando a que fuera elegido, en 2005 como papa, en un cónclave realizado tras la muerte del papa Juan Pablo II; un pontificado al que finalmente terminó renunciando en 2013 para dar paso a la elección del papa Francisco.