El apoyo público al Brexit se encuentra en su punto más bajo, según una encuesta publicada este jueves por la empresa YouGov, que refleja que solo el 32 por ciento de los británicos apoya la salida de Reino Unido de la Unión Europea, mientras que un 56 por ciento cree que fue una decisión errónea.
La encuesta marcaría un gran cambio de opinión desde junio de 2021, con una de cada cinco personas arrepintiéndose de la salida formal de Reino Unido de la UE. Y es que en los últimos 18 meses, los partidarios del Brexit se han reducido del 88 al 70 por ciento, porcentaje que marca mínimos históricos.
Por su parte, el número de personas que en su momento votaron por salirse de la UE y que ahora piensan que no fue la mejor decisión se ha disparado del 4 al 19 por ciento, según ha recogido la cadena británica Sky News.
Estos datos se conocen después de que el ministro de Finanzas del Reino Unido, Jeremy Hunt, confirmó que el país contempla una recesión del 1,4 por ciento en 2023, por lo que, para atajar la crisis económica, el Gobierno ha anunciado subidas de impuestos.
Un exfijador de tasas de interés en el Banco de Inglaterra aseguró esta semana que el Brexit es la razón principal por la que Reino Unido se enfrenta ahora a una nueva ronda de austeridad, ya que redujo “significativamente la producción potencial de la economía” y “erosionó la inversión empresarial”.
“La economía de Reino Unido en su conjunto se ha visto dañada permanentemente por el Brexit”, explicó Michael Saunders, quien también es miembro externo del comité de política monetaria del banco central, en una entrevista con Bloomberg recogida por el diario ‘The Guardian’.
Reino Unido confirma que entró oficialmente en recesión económica: ¿qué viene para Europa?
Reino Unido no se recupera en materia económica pospandemia y, según los registros y las proyecciones de los analistas económicos de la región, la recuperación será prolongada y completa hasta 2024.
El país ha entrado en recesión, y seguirá en ella a lo largo de 2023, admitió el ministro de Economía del Reino Unido, Jeremy Hunt. “La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria [OBR, en sus siglas en inglés] ha llegado a la conclusión de que ya estamos en recesión, y de que la economía se reducirá en 1,4 % el año que viene antes de regresar en 2024 a la senda de crecimiento”, ha dicho el ministro.
El Gobierno británico presentó el jueves unos presupuestos marcados por la austeridad, con más impuestos y menos gasto público para ahorrar 55.000 millones de libras (65.000 millones de dólares), en un contexto de crisis del coste de la vida y recesión confirmada.
“Nuestras prioridades son la estabilidad, el crecimiento y los servicios públicos”, afirmó el ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, en la presentación de su “presupuesto de otoño” ante el Parlamento.
“Somos honestos sobre los retos que enfrentamos y justos con nuestras soluciones”, aseguró al tiempo que imponía el regreso de la austeridad a un país de 67 millones de habitantes, sexta economía del planeta, sumida en la crisis.
Esta se inscribe en una tendencia global impulsada en los últimos años por la pandemia de covid-19 y la invasión rusa en Ucrania, que dañaron el crecimiento y dispararon los precios de la energía, defendió Hunt.
Evitó, sin embargo, mencionar las consecuencias del Brexit, efectivo desde principios de 2020, que según responsables del Banco de Inglaterra dañan el comercio exterior británico y dificultan la contratación de una muy necesaria mano de obra.
Entre las subidas de impuestos anunciadas, Londres incrementará del 25 % actual a 35 % su impuesto a los beneficios excepcionales de las empresas petroleras -impulsados por la disparada de precios en el contexto de la guerra en Ucrania- y lo prolongará tres años hasta 2028. Hunt anunció asimismo “un nuevo impuesto temporal de 45 % a los productores de electricidad”, renovables incluidas, que se benefician del aumento de tarifas.
El nuevo ministro de Finanzas buscó con estas medidas cumplir su delicada misión de tranquilizar a los mercados sobre la fiabilidad del Reino Unido, tras el caos provocado por las políticas económicas ultraliberales anunciadas en septiembre por el gobierno de la efímera primera ministra conservadora Liz Truss.
Con información de Europa Press y AFP.