Como un acto criminal "sin precedentes" que ha conmocionado a Uruguay, así calificó la prensa del país sudamericano el asesinato de tres marines ocurrido el domingo en la base naval de Fortaleza del Cerro, en Montevideo. "Se trató de un hecho inédito desde el advenimiento de la democracia al país", publicó el diario uruguayo El País. Aunque Uruguay es considerado uno de los países más tranquilos de América Latina, experimenta una escalada de violencia y recientemente empezó a mostrar signos de que se está convirtiendo en una ruta de exportación para el tráfico de drogas y el crimen organizado. El presidente Luis Lacalle Pou decretó un duelo nacional por el crimen.
Robo de armas Los tres infantes de marina de 22, 25 y 31 años fueron asesinados a tiros mientras vigilaban un complejo de antenas de comunicaciones utilizadas por la Marina la madrugada del domingo. Dos de ellos fueron encontrados en una misma zona de un puesto de guardia con disparos en la cabeza, mientras el tercero estaba tendido sobre un colchón, según medios locales. La escena fue descubierta por sus propios compañeros cuando llegaron a las 8:00 horas del domingo para hacer el relevo, según El País. Las armas de reglamento de los militares no se encontraban en el lugar, aunque sí estaban sus chalecos antibalas, además de armas largas. El ministro de Defensa, Javier García, definió lo ocurrido como una "atrocidad criminal".
La policía uruguaya arrestó a tres personas este lunes, entre ellas a un exmarine que había pasado a retiro hacías pocos meses. Según le explicó a BBC Mundo el periodista Gabriel Pereyra, de VTV Noticias, los infantes que estaban en el destacamento lo dejaron entrar porque lo conocían y no sospecharon. La principal hipótesis es que fue este exmarine el que mató a los infantes para robarles las armas y venderlas. En el lugar donde se realizaron las detenciones fue hallada una de las tres armas que les fueron arrebatadas a los soldados asesinados. Se cree que las otras dos fueron vendidas a las pocas horas.
Escalada de la violencia "No estamos dispuestos a que se naturalice la violencia en la sociedad, lo hemos repetido una y mil veces y desde el Gobierno vamos a utilizar todas las herramientas constitucionales y legales que permitan utilizar la fuerza del Estado para repeler la agresión a los ciudadanos uruguayos y aquellos que habiten nuestro país", dijo el presidente Lacalle Pou tras conocerse el crimen. Y es que el asesinato de los tres marines ocurre en un contexto de aumento de la violencia en el país sudamericano, más conocido por su estabilidad económica y social. Sin embargo, la calma por la que se destacó Uruguay en las últimas décadas parece haberse interrumpido en años recientes. Solo en 2018 los homicidios aumentaron en 45 por ciento, los robos con violencia en 53 por ciento y aquellos sin violencia en 23 por ciento respecto al año anterior, según datos del Ministerio del Interior.
Derechos de autor de la imagen: EPA / "No estamos dispuestos a que se naturalice la violencia en la sociedad", dijo Lacalle Pou. De hecho, este fin de semana, además del asesinato de los infantes de marina, se registraron otras seis muertes violentas, entre ellas las de dos niños asesinados por su padre, que se suicidó después. Según El País, en 2016 comenzaron los robos y los ataques a cuarteles y el 30 de octubre de 2019 todas las unidades del Ejército Nacional se pusieron en estado de alerta para evitar robos de armas de guerra.
Más recientemente, el pasado 9 de mayo, una bomba estalló en el estacionamiento de la sede de la Brigada Antidrogas. En el "inédito" -según el diario uruguayo- incidente no se reportaron víctimas, pero sí daños materiales. El peso del narcotráfico Según algunos expertos, el aumento de la criminalidad en el país se debe a que en los últimos años se ha revelado que Uruguay es un puerto de salida de drogas producidas en Colombia, Perú y Bolivia. En un primer momento, entre las hipótesis consideradas por las autoridades en la investigación del homicidio de los tres marines también estaba la un ataque del narcotráfico.
"Dentro del horror que significa para las familias esta pérdida, para la sociedad es no sé si se pueda decir la mejor hipótesis de las posibles porque si hubiera sido un mensaje del narco, estaríamos ya en un grado de peso del narcotráfico muy importante", le dijo Pereyra a BBC Mundo. "Hace unos años no hubiéramos pensado que narcotraficantes podrían haber hecho esto porque no hubiéramos pensado que el narco tenía ese poder en Uruguay. Hoy, si las hipótesis se encaminaban hacia ahí, es porque se es consciente de que el narcotráfico se ha metido en la sociedad y la violencia que está ejerciendo en algunos sectores es tremenda".