Uno de los momentos más difíciles de la vida es la muerte de un ser querido y más cuando se trata de un hijo, por lo que muchas personas buscan la forma para no separarse por completo de su familiar o amigo cercano.
Lo más común es enterrar el cadáver o cremarlo para, posteriormente, guardar las cenizas en un osario, un lugar de un cementerio donde se entierran los restos de las personas después de ser sacados de sus tumbas. Sin embargo, en ocasiones el dolor y el apego al fallecido es tan grande que las personas suelen cometer algunas locuras con tal de tener cerca a su ser querido e intentar no separarse nunca de él, sin importar las consecuencias de sus acciones o las historias que se creen.
Tal es el caso de Pascualita Esparza Perales de Pérez, una mujer de Chihuahua, México, que tuvo que ver morir muy joven a su hija, poco antes de casarse y por eso, para no separarse de ella, supuestamente convirtió su cuerpo en un maniquí que decidió exhibir en una tienda, lo cual le permitía estar siempre al lado de ella.
Según varios medios locales, todo ocurrió en el año de 1930, cuando Pascualita Esparza era la encargada de administrar una tienda de ropa conocida como ‘La Popular’, que hoy en día es muy famosa en todo México.
La mujer tenía una hermosa hija que era joven y en pocos días se iba a casar. Sin embargo, de acuerdo con el relato, ella murió repentinamente después de que, al parecer, un alacrán la picara y la privara así de vivir uno de los momentos más lindos de su vida, lo que generó un dolor muy grande a su madre, pues aseguran que ella vivía y hacía todo por su hija.
Al cabo de unos días, a la tienda ‘La Popular’ llegó un encargo que habría sido traído directamente desde Francia. Se trataba de un maniquí que resaltaba y al mismo tiempo aterraba a los trabajadores y clientes, por el parecido a un humano.
Lo que más destacaba de esta figura eran los detalles de sus manos, los rasgos de su cara, sus labios, las uñas que estaban desgastadas, la yema de los dedos y unos ojos que parecían reales. Pero había un detalle muy particular, la muñeca tenía un gran parecido a la hija fallecida de Esparza Perales de Pérez.
Desde ese momento, el maniquí fue apodado como ‘La Pascualita’ y empezó a correr el rumor en toda la ciudad de que en verdad se trataba de la hija de la administradora de la tienda, quien nuca logró aceptar la muerte de su ser querido y por eso decidió embalsamar su cuerpo y ponerla en la vitrina de la tienda.
Más 90 años después el maniquí sigue ahí y le daría suerte a las mujeres
A pesar de que hasta la fecha han pasado más de 90 años desde aquel 1930, fecha en la que llegó el maniquí, este todavía se conserva en la tienda y es utilizado para exhibir vestidos de novia, pese a que el lugar ha cambiado en varias oportunidades de dueño.
Incluso, la leyenda se ha extendido un poco más y medios locales aseguran que se cree que ‘La Pascualita’ le trae buena suerte a las mujeres que están a pocos días o semanas de contraer matrimonio, siempre y cuando compren el vestido que este maniquí lleva puesto.
Además, esta figura se ha convertido en uno de los principales atractivos para los viajeros que suelen visitar Chihuahua, ubicada en la región noreste de México, limitando con los estados de Nuevo México y Texas, Estados Unidos.