Al menos siete personas murieron el pasado viernes, 10 de mayo, cuando un autobús que transportaba unos 20 pasajeros cayó en un río en San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia, según informaron las autoridades locales.
“El número de personas muertas al caer un autobús al río Moika aumentó a siete”, declaró el Comité de Investigación ruso, añadiendo que se había abierto una investigación criminal.
El Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia indicó previamente que tres personas habían muerto, que cuatro estaban en “estado de muerte clínica” y que había dos heridos graves.
Según la policía, el autobús chocó contra la barrera de un puente sobre el río Moika, en el centro de San Petersburgo, con unas 20 personas a bordo.
Imágenes de videovigilancia difundidas por medios rusos muestran al vehículo tomando una curva, chocar contra un auto, estrellarse contra la barrera del puente y hundirse en cuestión de segundos.
Las autoridades explicaron que el conductor y otros ocupantes del vehículo pudieron abandonar el autobús por sus propias fuerzas, lo que les ayudó para salvar sus vidas. Sin embargo, otra suerte corrieron los demás.
La temperatura del agua en los canales de la ciudad es más baja de lo habitual, ya que por estos días Rusia es escenario de una ola de frío extraño para esta época del año.