El activista bielorruso de los Derechos Humanos Ales Bialiatski, la organización rusa Memorial y el Centro por las Libertades Civiles de Ucrania fueron galardonados este viernes con el Premio Nobel de la Paz.
“Hicieron un impresionante para documentar crímenes de guerra, violaciones de los derechos humanos y abusos de poder. Juntos demostraron la importancia de la sociedad civil para la paz y la democracia”, declaró a la prensa la presidenta del comité Nobel noruego, Berit Reiss-Andersen.
El Comité Nobel pidió la liberación de Bialiatski, encarcelado desde 2021 en Bielorrusia, e insistió en que su premio no iba dirigido contra el presidente ruso Vladimir Putin, que en febrero lanzó la invasión de Ucrania y este viernes cumplió 70 años.
“Este premio no va dirigido contra Vladimir Putin, ni por su cumpleaños ni en ningún otro sentido, excepto por el hecho de que su gobierno, como el gobierno de Bielorrusia, representa un gobierno autoritario que reprime a los activistas por los Derechos Humanos”, declaró Reiss-Andersen.
El año pasado, el Nobel premió a dos periodistas estandartes de la libertad de expresión, la filipina Maria Ressa y el ruso Dmitri Muratov, cuyos medios separados están amenazados de cierre o sufrieron la cancelación de su licencia.
Por su parte, la líder de la oposición bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya afirmó que el Nobel a Bialiatski supone un reconocimiento al combate de los bielorrusos contra el régimen de Alexander Lukashenko.
“El premio es un reconocimiento importante para todos los bielorrusos que luchan por la libertad y la democracia”, escribió en Twitter.
La esposa del premiado, Natalia Pinchuk, declaró a la AFP que estaba “abrumada por la emoción” y aplaudió “el reconocimiento del trabajo de Ales, de sus colaboradores y de su organización”.
El premio, que consiste en un diploma, una medalla de oro y un cheque de diez millones de coronas (912.000 euros) a repartir entre los ganadores, se entregará el 10 de diciembre en Oslo.
La temporada de premios de 2022 finaliza el lunes con el premio de Economía.
¿Quién es Ales Bialiatski?
Ales Bialiatski, director del grupo bielorruso de derechos humanos Viasna (“primavera”) y encarcelado desde el año pasado, ganó el Premio Nobel de la Paz 2022, dos años después de las históricas manifestaciones opositoras en Bielorrusia, seguidas de una implacable represión en esta ex república soviética.
Bialiatski, de 60 años de edad, fue detenido en julio de 2021 por “evasión fiscal”. Un caso percibido como una venganza del presidente Alexander Lukashenko, en el poder desde 1994, y que acalla cualquier forma de crítica a golpe de detenciones o de represión, como se hizo en el verano de 2020.
Durante semanas, decenas de miles de bielorrusos tomaron las calles para protestar contra la reelección para un sexto mandato del jefe de Estado, que sospecharon fraudulenta. Junto a ellos, Viasna registró las detenciones, las acusaciones de torturas y los heridos.
No es el primer paso por prisión para Ales Bialiatski. Su precedente arresto, de 2011 a 2014, se debió también oficialmente a motivos fiscales. Su detención se produjo entonces meses después de otra elección presidencial que suscitó manifestaciones de la oposición, igualmente reprimidas.
“En sus 25 años de militantismo, Bialiatski ha sufrido represiones en serie”, destacó el año pasado la ONG Human Rights Watch, cuando su nombre ya era citado como posible Nobel de la Paz.
Tras haber doblegado las manifestaciones de 2020, el régimen bielorruso atacó a la prensa ya organizaciones consideradas críticas, encarcelando a sus líderes o militantes. Viasna y Bialiatski no fueron la excepción.
“La brutal represión de Viasna es solo una parte de la purga de la sociedad civil decidida por el presidente Lukashenko”, aseguró entonces Human Rights Watch.
Fundada en 1996 durante las masivas manifestaciones prodemocracia en Bielorrusia, entonces dirigida ya de forma autocrática por Lukashenko, Viasna arrancó aportando una ayuda a las personas encarceladas ya sus familiares.
Su trabajo se fortalecerá luego a la defensa de los derechos humanos en general.
Miembro de la Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH), Viasna se convirtió rápidamente en un observador esencial de los ataques a los derechos, que se trate del recuento de detenidos, de la defensa de los presos o de la vigilancia de las elecciones.
Bialiatski, de pelo canoso y barba blanca, ha sido uno de los miembros del “consejo de coordinación” creado por la oposición bielorrusa el año pasado para cuestionar la reelección considerada fraudulenta de Alexander Lukashenko y forzar al poder a un compromiso.
En este organismo figura también el premio Nobel de Literatura Svetlana Alexievich, que vive exiliada, y la opositora Maria Kolesnikova, recientemente condenada a 11 años de prisión.
La casi totalidad de los miembros de este consejo han sido encarcelados o partieron al exilio, y decenas de medios independientes y ONG han sido liquidados por decisión de la justicia. Varios miembros de Viasna fueron detenidos, o sus viviendas han sido objeto de numerosos allanamientos.
“Tanto en las pequeñas ciudades como en las regionales o en la capital, hay un verdadero terror”, aseguró en una entrevista a Al Bialiatski en agosto de 2020, días después de la cuestionada reelección de Lukashenko.
“El objetivo es muy simple: conservar el poder a cualquier precio y sembrar el miedo en la sociedad”, predijo.
*Con información de AFP