El canal de Panamá está buscando desesperadamente agua para no morir, pues la disminución de las lluvias por el cambio climático y el fenómeno de El Niño amenazan con secar la vía que mueve casi el 6 % del comercio marítimo mundial.
Incluso, un video que circula en redes sociales deja ver la gran cantidad de embarcaciones varadas que no han podido cruzar, debido a la falta de agua. Algunos hablan de que son más de 200 barcos tratando de cruzar.
Es tanta la preocupación ante esta situación que el presidente colombiano, Gustavo Petro, opinó sobre lo que ocurre en este importante lugar.
¿Qué está pasando en el canal de Panamá?
“La gran desventaja que tiene el canal de Panamá, como ruta marítima, es el hecho de que nosotros operamos con agua dulce, mientras que las otras rutas marítimas [como el canal de Suez] utilizan agua de mar”, dijo el administrador del canal, Ricaurte Vásquez.
Debido a la escasez de lluvias, el canal restringió el calado de los buques, lo que causará una merma de 200 millones de dólares en sus ingresos en 2024. En tanto, la proyección para este año está estimada en 4.900 millones de dólares, indicó Vásquez.
“Tenemos que encontrar soluciones para poder seguir siendo una ruta relevante para el servicio al comercio internacional. Si no nos adaptamos, entonces vamos a fallecer”, indicó en una presentación ante la prensa.
El administrador expresó que “la falta de agua, solamente medido en términos de peajes, ya da un precio de 200 millones de balboas” (dólares) menos en ingresos en 2024.
De prolongarse la sequía y el límite de calado, el canal se arriesga a perder clientes, porque las navieras “pueden optar por otras rutas, sabemos que ese riesgo existe”, señaló.
“Pero creemos que si les encontramos una solución relativamente pronto, no necesariamente que se construya inmediatamente [la solución], pero que el mercado sepa que efectivamente se está procediendo con eso, se debe aliviar la preocupación de largo plazo”, añadió.
De 40 buques en promedio que cruzaban cada día (2022), ahora pasan 32 para ahorrar agua, la fuente de energía que mueve los barcos en las esclusas. Por cada nave se vierten 200 millones de litros al mar.
Desde 1914, más de un millón de naves han cruzado la vía, cuyos principales usuarios son Estados Unidos, China, Japón y Chile.
El fenómeno de El Niño, la principal causa
La falta de lluvias ha causado además un aumento de la salinidad en el agua de la vía interoceánica, lo que genera otros inconvenientes.
La cuenca hidrográfica del canal, formada por los lagos Gatún y Alhajuela y varios ríos, abastece de agua también a tres ciudades, incluida la capital, donde vive la mitad de la población del país.
“Cada vez que abrimos la compuerta que da al mar se mezcla agua de mar con agua dulce; cuanto mayor es la compuerta [...], mayor el volumen de agua salada que entra al sistema”, indicó Vásquez.
“Ese nivel de agua salada tenemos que mantenerlo dentro de cierto rango, porque las plantas potabilizadoras no tienen capacidad de desalinización”, agregó.
Un estudio publicado en la revista Science en mayo calculó que en el pasado los fenómenos El Niño han costado a la economía mundial más de 4 billones de dólares en los años posteriores.
Los impactos de El Niño y el calentamiento climático deben “provocar 84 billones de dólares de pérdidas económicas en el siglo XXI”, según este estudio.
Así funciona el Canal de Panamá
En las esclusas los buques son elevados 26 metros sobre el nivel del mar para cruzar el istmo y luego son bajados a su llegada al otro océano. El agua entra y sale de las enormes tinas por gravedad.
A pesar de la escasez de agua dulce, está descartada la opción de que el Canal emplee agua de mar, pues implicaría grandes excavaciones. “Suez era mucho más plano y era arena. En el caso nuestro, es roca y hay una cordillera no muy alta, pero hay una cordillera y eso representa el reto”, explicó Vásquez.