Este viernes se llevó a cabo la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Irán, que tienen al ultraconservador Ebrahim Raisi como el gran favorito del líder supremo, Alí Jamenei, para asumir las riendas de la nación, que se encuentra en medio de una grave crisis económica y social. Los comicios, cuyos resultados se darán a conocer el sábado, han sido cuestionados por observadores internacionales debido a la decisión del régimen de descalificar a los candidatos considerados como moderados.
De acuerdo con el medio estadounidense Washington Free Beacon, Ebrahim Raisi, quien actualmente se desempeña como jefe de la autoridad judicial del país, aprobó el asesinato masivo de cientos de críticos del régimen en 1988. Raisi se desempeñó en esos años como fiscal adjunto de Teherán, la capital del país, y en ese cargo participó en un panel conformado por cuatro personas que supervisó los asesinatos de casi 1.000 presos políticos. En la grabación, que data de agosto de 1988, señala Free Beacon, se puede escuchar a los miembros de la comisión “defendiendo las ejecuciones, argumentando a favor del asesinato de 200 prisioneros más e, incluso, riéndose de sus esfuerzos por acelerar las ejecuciones”.
El portal manifiesta que en 1988 el entonces líder supremo del país, Ruhollah Jomeini, emitió una fatwa que ordenó ejecutar a los disidentes políticos que no eran violentos y que ya estaban cumpliendo condenas de prisión, pero se habían negado a renunciar a sus afiliaciones políticas o religiosas y a jurar lealtad a la República Islámica.
Según Free Beacon, la grabación de la comisión en la que se encontraba el hoy favorito para convertirse en presidente del país asiático fue difundida por la familia del fallecido ayatolá Hossein Ali Montazeri, quien se habría opuesto a los asesinatos y era “el heredero del líder supremo en ese momento”. Montazeri, destaca el medio, había solicitado una reunión la comisión para expresar su fuerte oposición a las ejecuciones, una postura que “luego le costó su lugar en la línea de sucesión y su título clerical”.
Según el audio, en dicha reunión se puede escuchar a Raisi hablando sobre la dificultad de reanudar las visitas familiares en las cárceles, que habían sido suspendidas para evitar que la noticia de las ejecuciones se diera conocer a la población. Mientras que otro miembro del panel defendió su decisión de ejecutar a jóvenes disidentes, a los que llamó “niñas”, manifestando que se negaron a renunciar a sus puntos de vista.
Posteriormente, cuenta el portal que la comisión rechazó la solicitud de Montazeri de detener las ejecuciones por unas festividades y señaló que esperaban llevarlas a cabo antes de su inicio. “¿Significa que quieren matarlos rápidamente?”, habria preguntado Montazeri, lo que provocó, según el medio, que sus miembros, entre ellos Raisi, se echaran a reír.
“En total, 3.800 disidentes murieron bajo las comisiones de la muerte en todo Irán, según las memorias de Montazeri. Muchas de las víctimas fueron enterradas en fosas comunes y sus cuerpos no han sido recuperados”, subraya la información.
De acuerdo con el medio, los detalles de las comisiones de muerte siguen siendo “un secreto muy bien guardado” dentro del regímen de Teherán. “Raisi restó importancia a su participación en el panel de Teherán en 2018, argumentando que durante ese periodo no era el jefe del tribunal”.
Las elecciones presidenciales de Irán se realizan en momentos en que el gobierno de Joe Biden busca regresar al acuerdo nuclear de 2015, el cual permitiría a Irán una flexibilización de las sanciones occidentales y de la ONU a cambio del compromiso de la República islámica de no desarrollar el arma atómica, y además una drástica reducción de su programa nuclear. Para medios internacionales las negociaciones que se han llevado a cabo en Viena para retornar al acuerdo se podrían complicar con la elección de un radical como Raisi. Así mismo, mostrarían que el régimen iraní no tiene intención de moderarse.