La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa) de Estados Unidos lanzó este viernes 26 de mayo el último par de un cuarteto de satélites diseñado para rastrear ciclones tropicales hora a hora, un proyecto que podría mejorar las predicciones meteorológicas sobre tormentas devastadoras, denominada red Tropics.

Según informó la organización, un cohete Electron de la empresa Rocket Lab despegó de Mahia, en el norte de Nueva Zelanda, con dos nuevos satélites a bordo. La misma compañía estadounidense ya había lanzado otros dos satélites a principios de mes, con lo que este viernes se completa la misión.

Despegue de los dos primeros cubesats de la Red TROPICS ROCKET LAB 08/5/2023 | Foto: Europa Press 2023

El director ejecutivo de Rocket Lab, Peter Beck, dijo que estaba “orgulloso” del éxito de estos dos despegues. La constelación ha podido en consecuencia ser desplegada “a tiempo para la temporada de tormentas de 2023″, dijo en un comunicado.

Los satélites son del tamaño de una caja de zapatos y evolucionarán a una altitud de unos 550 kilómetros. Tendrán la capacidad de pasar cada hora sobre ciclones tropicales -llamados huracanes en el Atlántico Norte, o tifones en el Pacífico-, contra seis horas actualmente.

Las informaciones recogidas por la misión, llamada Tropics (Observaciones de estructura de precipitación resueltas en el tiempo e intensidad de la tormenta con una constelación de satélites pequeños), sobre precipitaciones, temperaturas y nivel de humedad, permitirían mejorar las previsiones meteorológicas.

Se podrá saber, por ejemplo, dónde un huracán tocará tierra y con qué intensidad, lo que ayudará a advertir a tiempo a las poblaciones de los lugares involucrados y organizar eventuales evacuaciones, una predicción que podrá ayudar a las labores de evacuación y prevención de mayores tragedias.

Imagen satelital de la llegada del huracán Nicole a Estados Unidos | Foto: AFP or licensors

“Obtendremos datos que nunca antes habíamos tenido, que es esta capacidad de mirar en la región de longitud de onda de microondas en las tormentas, con cadencia por hora para observar la tormenta a medida que se forma e intensifica”, dijo el investigador principal de Tropics, Bill Blackwell, durante una conferencia de prensa previa al lanzamiento el 28 de abril.

El Centro Nacional de Huracanes (CNH) y el Centro Conjunto de Advertencia de Tifones (JTWC), ambos de Estados Unidos, se beneficiarán notablemente de estos nuevos datos. A medida que la superficie de los océanos se calienta, los huracanes se vuelven más poderosos, dicen los científicos.

El huracán Ian, que devastó Florida en 2022, se cobró decenas de vidas y causó daños por más de 100.000 millones de dólares, por lejos el desastre meteorológico más costoso registrado en el mundo el año pasado.

“Como residente de Florida, sé lo importante que es para millones de estadounidenses contar con pronósticos meteorológicos oportunos y precisos”, dijo el jefe de la Nasa, Bill Nelson, en un comunicado.

Es de recordar que se estimó el total funcionamiento de los satélites a su máximo a finales de mayo, lo que ahora parece toda una realidad, que aunque apoyará la temporada de huracanes y el resto de meses con mayor presencia de tornados en Estados Unidos.

La constelación iba a tener originalmente seis satélites en lugar de cuatro, pero los dos primeros se perdieron cuando un cohete de la compañía estadounidense Astra sufrió desperfectos poco después de su despegue el año pasado.

Así se ve el huracán Ian pasando muy cerca de la isla de Cuba siendo categoría 1 | Foto: Con derechos gestionados de AFP

“Estamos extremadamente orgullosos de todos nuestros socios, incluidos MIT Lincoln Labs, Blue Canyon Technologies, KSAT y Rocket Lab por ejecutar con éxito este primer lanzamiento. Esperamos que toda la constelación esté en órbita para darse cuenta de los beneficios para la agencia, así como para nuestros colegas de todo el mundo”, afirmó Ben Kim, quien es ejecutivo del programa Tropics de la División de Ciencias de la Tierra de la Nasa.

El equipo de Tropics está dirigido por el investigador principal Bill Blackwell en el Laboratorio Lincoln del Instituto de Tecnología de Massachusetts, e incluye investigadores de la Nasa, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y varias universidades y socios comerciales.

*Con información de AFP y Europa Press.