Un estudio del Pentágono publicado este viernes, 8 de marzo, en el que se examinan reportes de avistamientos de ovnis a lo largo de casi el último siglo, no encontró pruebas de la existencia de alienígenas o de inteligencia extraterrestre, una conclusión congruente con los anteriores esfuerzos del Gobierno de Estados Unidos para evaluar la exactitud de las afirmaciones que han cautivado la atención pública durante décadas.
El estudio de la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios del Departamento de Defensa (AARO por su siglas en inglés) analizó las investigaciones realizadas por el Gobierno de Estados Unidos desde 1945 sobre avistamientos de fenómenos anómalos no identificados, más popularmente conocidos como ovnis.
No encontró pruebas de que en alguno de ellos hubiera señales de vida extraterrestre, ni de que el Gobierno y empresas privadas hubieran aplicado ingeniería inversa a tecnología extraterrestre y hubieran conspirado para ocultarla al público.
Desmintió las afirmaciones de que un exfuncionario de la CIA había participado en la gestión del traslado de y en la experimentación con tecnología extraterrestre, y afirmó que un supuesto documento de la comunidad de inteligencia de 1961 sobre la supuesta naturaleza extraterrestre de los ovnis era en realidad falso.
“Todos los esfuerzos de investigación, a todos los niveles de clasificación, concluyeron que la mayoría de los avistamientos eran objetos y fenómenos ordinarios y el resultado de una identificación errónea”, indica el informe, que fue encargado por el Congreso. Más adelante se publicará otro volumen del informe.
A lo largo de los años, funcionarios de Estados Unidos se han esforzado por encontrar respuestas a los innumerables avistamientos de ovnis, pero hasta ahora no han encontrado ninguna prueba real de vida extraterrestre.
Un informe gubernamental de 2021 en el que se analizaban 144 avistamientos de aeronaves u otros artefactos que aparentemente volaban a velocidades o en trayectorias misteriosas no halló vínculos extraterrestres, pero formuló otras conclusiones e instó a mejorar la recolección de datos.
El asunto generó atención nuevamente a mediados del año pasado, cuando un oficial de inteligencia retirado de la Fuerza Aérea declaró ante el Congreso que Estados Unidos estaba ocultando un programa de larga data que recupera objetos voladores no identificados y les aplica ingeniería inversa.
El Pentágono negó sus afirmaciones y declaró a finales de 2022 que una nueva oficina del Pentágono creada para hacer un seguimiento de los informes sobre objetos voladores no identificados —la misma que publicó el informe del viernes— había recibido “varios centenares” de nuevos informes, pero no había encontrado hasta ahora pruebas de vida extraterrestre.
Los autores del informe del viernes dijeron que el propósito era aplicar un análisis científico riguroso a un tema que ha cautivado durante mucho tiempo la imaginación del público estadounidense.
“La AARO reconoce que muchas personas sostienen sinceramente versiones de estas creencias basadas en su percepción de experiencias pasadas, en las experiencias de otras personas en las que confían, o en medios de comunicación y publicaciones en línea que consideran fuentes de información creíble y verificable”, señaló el informe.
“La proliferación de programas de televisión, libros, películas y la gran cantidad de contenidos en internet y las redes sociales sobre temas relacionados con los ovnis han influido probablemente en el debate público sobre este tema y han reforzado estas creencias en algunos sectores de la población”, añadió el informe.