Desde el surgimiento de la pandemia del coronavirus en diciembre del 2019, el virus ha cobrado la vida de 4.500.620 personas, según el más reciente conteo llevado a cabo por AFP.
De acuerdo con la agencia, en la actualidad, se producen 10.000 muertes cada día en el mundo por el coronavirus, una cifra mucho menor que el récord global alcanzado en enero de 2021 con una media de 14.800 fallecidos diarios.
Sin embargo, el número de muertos diarios en promedio ha aumentado en los últimos meses, pues a inicios de julio era de 7.800 y ahora está cerca de los 10.000.
Estados Unidos vuelve a encabezar la lista de países con la media de muertos más alta en los últimos siete días (1.290 fallecidos). Una cifra que alcanzó los 3.380 decesos en enero pero que había descendido a 200 a principios del verano (boreal). EEUU se enfrenta ahora a una ola relacionada con la variante delta, identificada por primera vez en la India en abril y presente en casi todos los países del mundo.
Estados Unidos es, a su vez, el país más golpeado por el virus desde el inicio de la pandemia, con 637.539 fallecidos por covid-19 y 38.798.963 contagiados. Le siguen Brasil (579.308 muertos, 20.741.815 enfermos) y la India (438.210, 32.737.939).
La pandemia dejó muchos más muertos en 2021 que en 2020, ya que desde enero se registraron 2,6 millones de fallecidos por coronavirus, por poco menos de 1,9 millones en todo 2020.
Para frenar la propagación del virus, los dirigentes de los países más desarrollados apostaron por las vacunas, pero su suministro e inyección provocó grandes desigualdades: por cada 100 habitantes, en África solo se administraron 7 dosis, por 99 en Europa y 111 en Estados Unidos.
Además, las vacunas serían menos eficaces frente al variante Delta: según un estudio publicado la semana pasada por las autoridades sanitarias estadounidenses, la eficacia de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna descienden del 91% al 66% desde que delta es la variante dominante en Estados Unidos. Pero las vacunas siguen siendo muy eficaces para evitar las reacciones más graves a la enfermedad.
Alerta por nuevas variantes
Las autoridades de salud de Inglaterra confirmaron en las últimas horas la presencia de casos de contagios de coronavirus por la cepa C. 1.2, descubierta originalmente en Sudáfrica.
La alerta se encendió porque de acuerdo con los científicos, esta variante podría ser más infecciosa que otras mutaciones y tiene el potencial de evadir las vacunas.
Y es que expertos del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica han advertido que esta nueva cepa puede ser más contagiosa incluso que la variante delta de la covid-19, la cual tiene en jaque a varias naciones europeas.
La cepa fue identificada por primera vez por científicos en Sudáfrica en mayo y desde entonces se ha encontrado en Inglaterra, China, la República Democrática del Congo, Mauricio, Nueva Zelanda, Portugal y Suiza.
En su estudio, los científicos encontraron que la cepa, que desciende de la cepa C.1 que se detectó por primera vez en medio de la primera ola de la pandemia, tiene una tasa de mutación de aproximadamente 41,8 mutaciones por año.
Esta tasa es casi el doble de la tasa de mutación global actual observada en cualquier otra variante hasta el momento. Durante su estudio, los investigadores también encontraron un aumento mensual en el número de genomas C.1.2 en Sudáfrica, pasando del 0,2 % en mayo al 1,6 % en junio y al 2,0 % en julio.
Este breve período de aumento constante también se ha observado en las variantes alfa, beta y gamma. Los científicos también encontraron 14 mutaciones en casi el 50 por ciento de las variantes que tenían una secuencia C.1.2.
Si bien se requiere más investigación “para determinar el impacto funcional de estas mutaciones”, los científicos advirtieron que la última variante, que ha “mutado sustancialmente”, podría ayudar al virus a evadir los anticuerpos y las respuestas inmunes.
Con información de AFP.