Un hombre de 57 años en Dinamarca es el protagonista de una inusual historia, luego de que resultara detenido por las autoridades de ese país como responsable de poner en peligro a los transeúntes de una concurrida autopista de ese país, a causa de un derrame de papas o patatas que eran transportadas en su camión.
Según las autoridades de ese país, el conductor habría incurrido en una conducta peligrosa, por lo que fue detenido, señalado de ser sospechoso de un hecho que ellos califican como una ‘imprudencia’, traducida en un reguero de papas que ocuparon buena parte de la vía de un puente que comunica a dos islas que conforman el territorio de ese país.
De acuerdo con el reporte de las autoridades que asumieron el caso, el derrame de las papas en el puente se presentó el pasado 25 de mayo en un sector conocido como el puente Storebaelt, el cual conecta a la ciudad de Copenhague, con el resto del territorio de Dinamarca.
Si bien este primer hecho podría haberse presentado como ‘accidental’, según las autoridades, la sospecha sobre la ocurrencia premeditada del acto salió a la luz como hipótesis, luego de que poco tiempo después de la ocurrencia del primer hecho, este se repitiera en el sentido contrario de la vía.
Para los investigadores, dicho hecho sembró la duda, advirtiendo que la ‘coincidencia’ era muy rara, por lo que formularon dos hipótesis sobre las causas del hecho.
Dando lugar a la presunción de inocencia, además de la hipótesis del hecho premeditado, los expertos investigadores también dieron lugar a investigar el acto como un ‘accidente’.
En tanto al señalamiento que pesa en contra del transportador de la carga que resultó regada sobre el pavimento, las autoridades intentaron sustentar que este había puesto en riesgo la vida de otras personas que circulan por la vía, al advertir que con el importante reguero de tubérculos, las vías se habían tornado significativamente ‘resbaladizas’, obligando a los conductores a tomar precauciones al reducir la velocidad, lo que derivó en traumatismos en el referido corredor vial.
Sobre la vía afectada, las autoridades reportaron que el trancón se situó en los dos sentidos de un puente de importante longitud; cerca de 18 kilometros, además de un túnel que se ubica entre las islas de Fionia, afectando, además de la ciudad de Copenhague, a Odense, y a la isla de Zelanda.
Si bien estos dos hechos despertaron la curiosidad de las autoridades, al parecer una extraña coincidencia con fuertes consecuencias, en tanto se generó un importante trancón debido a la reducción de velocidad, un tercer hecho también de derrame de papas se reportó en la península de Jutlandia, un sector próximo al llamado puente Storebaelt.
Medios locales no respaldan la teoría de la ‘casualidad’
De acuerdo con lo afirmado por algunos medios locales, en señalamientos a su vez recogidos por medios internacionales, la credibilidad a la teoría del accidente, y las coincidencias es cada vez más difícil, en tanto estos ‘accidentes’, coincidieron en ese país con la expedición de una nueva normativa que afecta a los vehículos de carga, por lo que para muchos el hecho debe ser tomado como una suerte de reprimenda o protesta por parte de dicho gremio.
La referida normativa contra la que podrían estar manifestando los transportadores detrás de estos ‘accidentes’ se refiere a una nueva ley que instaura un impuesto a los camiones diésel que transportan cargas pesadas.
Dicha normativa, precisamente no ha sido bien vista por los gremios del transporte de carga que han protagonizado también manifestaciones pacíficas que se han traducido en el bloqueo de vías en todo el territorio danés.
En sus protestas, los conductores de carga han sugerido que aprobar estos nuevos impuestos tiene una repercusión muy significativa en la economía y la calidad de vida de su gremio.
Por su parte, los miembros del Parlamento han acusado que la aprobación de esta normativa responde a la necesidad de desincentivar el uso de camiones a gasolina y Diesel, señalando que estos causan daños mayúsculos al medio ambiente.
Sobre la ley impuesta, esta establece que a partir de 2025, los vehículos de más de 3,5 toneladas deberán pagar un impuesto de 1,3 coronas danesas por kilómetro transitado en las vías de ese país.