Los rescatistas trabajan este viernes por cuarto día consecutivo para sacar con vida a un niño de cinco años que cayó en un pozo en un pueblo en el norte de Marruecos, una operación que tiene en vilo al país.

El trajín de maquinarias para despejar el terreno junto al pozo de 32 metros no paró en toda la noche, constató un periodista de la AFP.

Según las autoridades locales, las retroexcavadoras lograron llegar a 28 metros de profundidad y están comenzando a cavar un túnel hacia el pozo en el que está atrapado el pequeño Rayan.

Pero esta fase de la operación es delicada por el riesgo de desprendimientos, agregaron.

Parte de la complejidad se debe al tipo de terreno, que tiene algunas capas arenosas y otras rocosas.

El niño, cuyo destino tiene en vilo al país y ha atraído la atención mediática internacional, cayó accidentalmente el martes por la noche en el pozo seco de 32 metros de profundidad, estrecho y de difícil acceso, excavado en las inmediaciones de su casa en una aldea cercana a la localidad de Bab Berred, en el norte de Marruecos.

El padre contó que en un momento de distracción, “el pequeño cayó en el pozo”. Todavía no se sabe si el niño sigue con vida, pero los rescatistas pudieron enviar agua y oxígeno hasta el fondo del pozo seco.

La Defensa Civil y las autoridades locales excavan, mientras intentan rescatar al niño de cinco años. | Foto: AP

Un equipo médico ha sido desplegado en el lugar del accidente para “realizar los exámenes iniciales y las intervenciones de reanimación del niño una vez rescatado”, indicó la agencia de prensa MAP.

La tragedia del pequeño Rayan generó mucha empatía en redes sociales y por segundo día consecutivo la etiqueta de Twitter #SalvenARayan (en árabe) fue tendencia en Marruecos.

Por otra parte, también en África, al menos 26 personas murieron electrocutadas el pasado miércoles cuando un cable de alta tensión cayó en un canal que atravesaba un mercado al oeste de Kinshasa, en República Democrática del Congo, informaron fuentes oficiales.

“El cable se partió y al caer (...) terminó en un canal lleno de agua de lluvia”, dijo a la AFP Charles Mbutamuntu, portavoz del gobierno local.

“Hasta ahora tenemos 26 muertos electrocutados”, agregó.

“Los muertos son en su mayoría vendedores y clientes del mercado de Matadi-Kibala, y también algunos peatones. Estamos llevando los cuerpos a la morgue y se abrirá una investigación para establecer responsabilidades”, añadió.

Por su parte, la presidencia congoleña afirmó en Twitter que “se arrojará luz sobre las causas de esta tragedia y los responsables tendrán que responder”, y recordó que hace unos meses el presidente Felix Tshisekedi había decidido “deslocalizar rápidamente ese mercado, en vista del peligro que representa su actual emplazamiento”.

La Sociedad Nacional de Electricidad (SNEL) indicó en un comunicado que “un rayo seccionó el cable de alta tensión”.

Un responsable de esa empresa pública dijo a la AFP que “la ley prohíbe construir bajo cables de alto voltaje, pero el Ministerio de Tierras otorgó permisos ilegalmente en esos espacios, sin hacer caso”.

Muchos habitantes de Kinshasa compran en el mercado de Matadi-Kibala productos de alimentación procedentes de la provincia de Kongo Central, en el suroeste.

En Kinshasa, como en todo el país, el mantenimiento de los cables de la SNEL es muy deficiente. En algunos lugares, carecen de recubrimiento y bordean las calles, al aire libre, por donde pasan los peatones.

*Con información de AFP.