En un revelador video divulgado este jueves, 28 de marzo, por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) muestran el interrogatorio a un terrorista de la Jihad Islámica Palestina, quien confesó que violó a una mujer israelí durante el ataque a uno de los kibutz, en el sur de Israel, liderado por Hamás, el pasado 7 de octubre que cobró la vida de 1.200 personas y el secuestro de 200 más.
El terrorista, identificado como Manar Qassem, fue capturado por las FDI a principios del mes de mazo en Khan Younis, dijo que era miembro de las fuerzas navales de la Jihad Islámica.
El video publicado por el diario The Times of Israel señala que en el interrogatorio realizado por la Unidad 504 de la Dirección de Inteligencia Militar, especializada en HUMINT o inteligencia humana, le preguntaron a Qassem qué fue lo que hizo ese fatídico día. Militantes de Hamás irrumpieron en territorio israelí, masacrando a las comunidades de los kibutz y raptando a mujeres y niños.
Qassem respondió detalladamente y contó que entró a Israel a través de una brecha en la valla fronteriza de Gaza entre las ciudades de al-Fukhkhari y Khuza’a, en la zona de Khan Younis, armado con una pistola y dos granadas.
“El diablo se apoderó de mí”
El detenido dijo que cuando llegó al kibutz “entró en la casa más cercana, donde se encontró con una mujer que se sorprendió”, detalla el diario israelí.
“La tomé y la arrojé en el sofá”, dijo Qassem describiendo lo que vestía la mujer, al tiempo que manifestó que “el diablo se apoderó de mí, la acosté, comencé a desnudarla e hice lo que hice”.
Ante la presión de quienes lo estaban interrogando, también confesó que: “me acosté con ella”. Qassem volvió a ser preguntado y de nuevo sostuvo: “La violé”.
En el video se le escucha decir que: “ella me empujó, no duró mucho… Dos minutos. Tal vez un minuto y medio”.
En los detalles que siguió revelando, el capturado comentó que en ese momento dos miembros del grupo terrorista Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa entraron en la casa y pusieron a la mujer junto a su madre por un rato, antes de sacarlas de la casa.
También afirmó que después del ataque, el resto de terroristas “lo dejaron solo y decidió regresar a la Franja de Gaza”. Además, escuchó disparos y luego le disparó a un israelí “que estaba cerca de él antes de arrojar una de sus granadas y huir del kibutz”, detalló el diario israelí.
Las FDI señalaron que las imágenes son “una prueba más de la avalancha de asesinatos y violencia sexual por parte de organizaciones terroristas el 7 de octubre”, por lo que publicaron el video “en un esfuerzo por dar voz a aquellos que ya no pueden ser escuchados”.
“Debe haber un alto el fuego humanitario ahora”
En medio de esta confesión, el pasado 12 de marzo, la enviada de Naciones Unidas sobre violencia sexual en conflictos advirtió que el hallazgo de “información clara y convincente” de que algunos de los rehenes capturados por Hamás durante su ataque del 7 de octubre sobre el sur de Israel fueron sometidos a violencia sexual “no legitima de ningún modo la continuidad de las hostilidades”.
“De hecho, crea un imperativo moral para un alto el fuego humanitario que ponga fin al indecible sufrimiento impuesto a los civiles palestinos en Gaza y facilite la liberación inmediata y sin condiciones de todos los rehenes”, dijo Pramila Patten en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU a la que asistió el ministro de Exteriores de Israel.
“La continuidad de las hostilidades no puede protegerlos de ningún modo”, añadió. “Solo puede exponerlos a un mayor riesgo de violencia, incluyendo la sexual”.
Patten habló durante una reunión solicitada por Israel y convocada por Estados Unidos, Reino Unido y Francia para centrarse en su reciente reporte, que también encontró “motivos razonables” para creer que Hamás cometió violaciones, tortura sexualizada y otros actos de crueldad contra las mujeres durante el ataque insurgente que dejó unos 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y unos 250 cautivos.
En su intervención, la enviada apuntó que los 134 rehenes que siguen en Gaza y los más de dos millones de civiles del territorio “comparten un destino común. Por su bien común, debe haber un alto el fuego humanitario ahora”. La ofensiva israelí sobre la Franja ha matado a más de 30.000 personas, de las cuales dos tercios eran mujeres y mejores, según el Ministerio de Salud gazatí.