En las redes sociales de China se volvió viral la historia de un afortunado empleado que se ganó una rifa en su empresa y ahora deberá decidir si toma un año de vacaciones pagadas o acepta un año extra de salario, pero sigue acudiendo al trabajo.
Se trata de Lu, quien obtuvo el premio en medio de la cena anual de su empresa Daxiang News, en la provincia de Cantón, de acuerdo con el diario South China Morning Post.
Al hombre le fue entregado un cheque gigante en el que dice “365 días de vacaciones pagadas”. Sin embargo, aseguran que el empleado ahora se cuestiona, quién llevará a cabo su trabajo, una vez no esté.
En Weibo, la red social equivalente a Twitter, censurado en China, los internautas han opinado al respecto y la mayoría de los comentarios se inclinan porque Lu acepte el dinero, pero no se tome las vacaciones.
Mientras tanto, Lu sigue pensando qué hacer definitivamente, en medio de una cultura donde el trabajo está fuertemente arraigada.
Sin embargo, el afortunado empleado no niega estar agotado por tanto trabajo en los últimos años y le gustaría pasar tiempo de calidad con su familia, lejos de lo que pueda llegar a pasar a futuro con su empresa.
A propósito del caso anterior, en Reino Unido un hombre se ganó una millonaria lotería, pero regresó a su trabajo.
Se trata de Luke Pittard, quien se ganó la millonaria suma de 1,3 millones de libras esterlinas, en el premio mayor de la lotería, unos 7.200 millones de pesos colombianos; sin embargo, volvió al trabajo en McDonald’s que tenía al momento de ganar la lotería y a pesar de ser millonario, va todos los días a trabajar.
De acuerdo con el diario británico The Sun, que reporta la historia, cuando Pittard tenía 25 años, estaba trabajando en McDonald’s como cajero. Fue en esa época que adquirió un billete de lotería y ganó la increíble suma, en el sorteo de la Lotería Nacional en 2006.
Tan pronto compró la lotería, Luke compró una lujosa propiedad de 230.000 libras esterlinas, unos 1.200 millones de pesos colombianos, además se fue a tomar unas buenas vacaciones en las Islas Canarias, en España.
Pittard había conocido a su actual esposa Emma Cox, de 29 años en ese momento, así que decidió armar también una lujosa boda para celebrar su amor con Emma.
Pero a pesar de su nuevo estatus de millonario, ese período de luna de miel con su esposa pasó y Luke decidió regresar a la hamburguesería un año y medio después de haber recibido el premio, según cuenta, estaba emocionado de estar de regreso.
“Todos piensan que estoy un poco loco, pero les digo que hay más en la vida que el dinero”, dijo en ese momento.
El hombre ha contado que su decisión la tomó porque disfrutaba su trabajo y a pesar de que en la carencia se pueda ver distinto, hay más en la vida que el dinero: “Me encantaba trabajar en McDonald’s antes de convertirme en millonario y realmente disfruto estar allí de nuevo. Muchos de mis antiguos compañeros de trabajo de McDonald’s vinieron a nuestra boda y me había mantenido en contacto con ellos todo el tiempo, así que pensé: ‘¿Por qué no volver?’”.