SEMANA: ¿Cuál es la magnitud de la guerra que se desató el sábado?
Gali Dagan: Israel vivió un ataque en medio de una de las mayores fiestas que tenemos, Simjat Torá, que es la alegría de la Biblia. Una lluvia de cohetes y misiles infiltró nuestro territorio. Los terroristas de Hamás llegaron con camionetas y con motos, exactamente como Daesh (Isis), como el Estado Islámico llegó a Irak o a Siria hace unos años. Irrumpieron en las casas de las personas, mataron niños, decapitaron bebés. Luego grabaron este horror y lo mandaron a las familias desde el mismo teléfono de las víctimas. Contamos hasta ahora 1.300 muertos, 150 secuestrados, más de 7.000 heridos, muchos muy graves. Hemos sufrido el lanzamiento de más de 5.000 cohetes. Es la pérdida más grave que hemos tenido en nuestros 75 años de historia. Desde el Holocausto, es la pérdida de vidas más grande que ha sufrido el pueblo judío en el mundo entero en un solo día. Entonces, es un tiempo muy difícil. Estamos en duelo.
SEMANA: ¿Qué quiere Hamás?
G.D.: La destrucción total del Estado de Israel para imponer allí un califato. Hamás ha impedido por años todas las posibilidades de paz y reconciliación entre el pueblo palestino y el pueblo israelí. Después de que firmamos los Acuerdos de Oslo, ese grupo terrorista lanzó una campaña de muerte con hombres bomba a nuestras ciudades, restaurantes, autobuses, entre otros, para destruir el proceso de paz.
SEMANA: Ustedes han decidido compartir con el mundo imágenes horripilantes: mujeres violentadas, cuerpos calcinados, niños masacrados. ¿Por qué?
G.D.: Es un dilema. Como seres humanos, ver estas imágenes es terrible. Ver cómo les han quitado a nuestros bebés la cabeza, como queman vivas a las personas. Por otro lado, tenemos que contar la historia y quién es Hamás. Nosotros ahora reaccionamos de manera muy fuerte porque tenemos que eliminar esta amenaza. Tenemos que eliminar la infraestructura terrorista de Hamás y tenemos que actuar de manera muy agresiva. Hamás es cínico. Lanza los cohetes desde sus colegios, sus hospitales, sus jardines infantiles. Tenemos que eliminar esta amenaza. Es un dilema moral muy grande, pero no tenemos otra opción.
SEMANA: El conflicto árabe-israelí es muy complejo, y en cierto modo ha dividido al mundo. ¿Quiénes están hoy contra Israel?
G.D.: Yo creo que hay dos campos muy claros. El primero es el de Irán, que está con Hamás. Aporta 100 millones de dólares anuales a este grupo terrorista. También aporta a la Franja de Gaza, al yihad islámico palestino, con 30 millones de dólares anuales. Hezbollah tiene hoy el poder militar más grande en el Líbano e Irán también lo financia con 700 millones de dólares al año. Tenemos la preocupación de que aprovechen que estamos en conflicto para lanzar una campaña militar contra nosotros desde el norte de Israel. Si hacen esto, el Líbano va a pagar un precio altísimo, porque nosotros vamos a actuar. El segundo campo son los países moderados de la región, Israel ha liderado la normalización con muchos países árabes: Egipto, Marruecos, incluso Emiratos Árabes y Arabia Saudita. Hoy tenemos turismo, empresas, cooperación militar. Unos días antes del ataque, el líder supremo de Irán dijo que estaba en contra de la normalización y que haría todo para eliminar este proceso. Luego tuvimos este ataque brutal. No creo que sea coincidencia. Si hay alguien que quiere destruir el camino hacia la paz de nuestra región es Irán.
SEMANA: ¿Cómo se explica entonces la posición del Gobierno colombiano frente a este ataque terrorista?
G.D.: No sé. Ustedes son colombianos, ¿me lo pueden explicar? Nosotros vivimos el ataque más grande de nuestra historia. Es como si Colombia perdiera en un solo día a 6.000 colombianos. Uno espera recibir empatía, solidaridad y una condena fuerte contra esta atrocidad. Y también un reconocimiento de nuestro derecho de defendernos. Todos los países democráticos lo han hecho.
SEMANA: Una cosa es la falta de empatía y otra muy distinta también compararlos con los nazis, el verdugo que casi lleva a la extinción al pueblo judío. ¿Qué sintió usted cuando leyó esos trinos del presidente?
G.D.: Me duele mucho. Del lado de mi papá, mis abuelos huyeron de Alemania poco después de que llegó Hitler al poder. Del lado de mi mamá, mi abuela llegó al Mandato Británico muy poco tiempo antes de la invasión alemana a Polonia. Perdieron casi a toda su familia. Escuchar esta comparación me duele mucho porque no tiene nada que ver. ¿Cómo se puede comparar esto? Nunca. La Franja de Gaza habría podido vivir en paz al lado de nosotros, pero hoy es gobernada por Hamás. Su dinero lo usan para comprar armas para atacarnos. Los judíos jamás tuvimos esa posibilidad. No tuvimos armas. No tuvimos la opción de construir una autonomía al lado de los países europeos. Esa comparación históricamente no tiene nada que ver con la realidad. No hay precedente en la historia humana del Holocausto. No ha habido en la historia un plan organizado para eliminar un pueblo entero. Nosotros tuvimos un proceso de paz con el pueblo palestino, pero Hamás lanzó ataques contra nosotros. Me duele mucho como judío, como israelí, como diplomático.
SEMANA: Cuando el presidente habla de la Franja de Gaza convertida en un campo de concentración o en el gueto de Varsovia, ¿cuál es la magnitud histórica de lo que está comparando?
G.D.: Ojalá los judíos en el gueto de Varsovia hubieran tenido la cantidad de armas que tiene Hamás. Los mataron a todos solo por ser judíos. Lucharon con sus brazos y cócteles molotov.
SEMANA: El presidente se refirió al sionismo a modo de insulto. ¿Qué es este movimiento?
G.D.: Yo soy un sionista orgulloso. ¿Qué significa ser sionista? Creer que el pueblo judío tiene derecho a tener su Estado independiente y que puede vivir en paz entre los países del mundo. Eso significa. No creo que sea nada malo.
SEMANA: Lamentablemente, tras esa andanada de trinos, la Embajada fue vandalizada usando este mismo lenguaje que expresó el presidente. ¿Lo ven como una coincidencia?
G.D.: Las sedes diplomáticas están protegidas por la Convención de Viena. Quiero agradecer el apoyo que nos dio la Policía Nacional de Colombia. Hemos recibido un gran apoyo. Para mí fue impactante ver cómo, un día después de un ataque en el que perdimos 1.300 israelíes, llega un grupo y nos deja símbolos nazis. ¿Qué hicieron estas personas? Mostraron su solidaridad con Hamás y con la matanza. Para mí, fue una gran decepción.
SEMANA: ¿Los trinos del presidente Petro y estos ataques a la Embajada se consideran antisemitismo?
G.D.: Si alguien pone los símbolos nazis es antisemitismo.
SEMANA: ¿En algún momento de la historia, alguien los había comparado con los nazis?
G.D.: No recuerdo. Pero quizás algunos. Solo que nunca nadie del mundo democrático, occidental, del mundo humano.
SEMANA: Esta situación pone en riesgo la buena relación de Colombia con Israel.
G.D.: Espero que no. Colombia es uno de los mejores amigos que hemos tenido en este continente. Tenemos muchos intereses en común. Desde que comenzaron estos ataques, hemos recibido una inmensa solidaridad de los colombianos.
SEMANA: En esta guerra habrá muchas víctimas inocentes del lado palestino. ¿Qué piensa hacer Israel para minimizarlas?
G.D.: Tengo toda la solidaridad con el pueblo palestino. Son víctimas de sus liderazgos. Como dijo nuestro exministro de Asuntos Exteriores Abba Eban: “Los palestinos nunca perdieron una oportunidad para perder una oportunidad”. Tenían mucha oportunidad para tener una mejor vida con nosotros, como cuando nos retiramos de la Franja de Gaza en 2005. Hamás se esconde en los lugares de los civiles, usa a la población como escudos humanos, cuando lanza cohetes contra nuestros niños y bebés tenemos que eliminar esa amenaza, no podemos quedarnos de manos cruzadas. Ellos van a seguir intentando matar a nuestra gente. Nosotros tenemos que eliminar esta amenaza terrorista.
SEMANA: En Colombia existe una comunidad judía que está sufriendo mucho por ver a su país vivir este horror. ¿Qué mensaje les manda?
G.D.: La comunidad judía en Colombia ha jugado un rol muy importante en la amistad entre Israel y Colombia. Las relaciones entre ambos países han sido clave en el desarrollo económico e intelectual de Colombia. Yo creo que Colombia está bendecida por tener una comunidad judía como la que tiene acá.
SEMANA: Esta semana se conoció el llamado de uno de los fundadores de Hamás a un viernes de ira contra Israel. ¿Este ataque ha puesto a los judíos en peligro en el mundo entero?
G.D.: Sí. Es muy peligroso. Estas declaraciones inspiran a personas fundamentalistas radicales para atacarnos. Ya pasó con el Estado Islámico. Ellos, con sus atrocidades, inspiraron a muchos europeos a atacar europeos. Por eso, todo lo que está pasando me preocupa mucho.