El crimen contra el cirujano colombiano Edwin Arrieta perpetrado el 2 de agosto de forma sangrienta por el chef español Daniel Sancho en Tailandia le ha dado la vuelta al mundo. Recientemente, la madre del europeo, Silvia Bronchalo, lució una camiseta con un sugerente mensaje al momento de visitar a su hijo en prisión.
Con base a la información que ha ido presentando la prensa local, Arrieta era un cirujano que ejercía en Tailandia, mientras Sancho era famoso por ser el hijo del actor Rodolfo Sancho. El hecho en cuestión habría correspondido al encuentro de ambos en una fiesta de Luna Llena.
Teniendo en cuenta la reconstrucción de los hechos que hicieron las autoridades, luego de la fiesta, Sancho habría apuñalado a Arrieta en el pecho, quien, al caerse, se golpeó en la cabeza con el lavamanos del baño de la habitación del hotel. El homicidio se perpetró en Koh Phangan.
La versión expuesta por Sancho radicó en que el cirujano habría querido tener relaciones sexuales con él, pero al no querer, tuvo que emplear la violencia para separarlo. Sin embargo, la autopsia confirmó que el colombiano murió degollado, lo cual abrió una baraja de posibilidades sobre el sangriento suceso.
Si bien hubo un forcejeo entre ambos, la muerte del cirujano correspondió al momento cuando Sancho habría empezado a cortarle el cuello. Acto seguido, el chef empezó un plan para deshacerse del cadáver sin dejar rastro; por lo que habría decidido desmembrar el cuerpo y repartir las partes en bolsas de basura para dejarlas en un vertedero o en el mar.
Todo este proceso puede que haya durado unas tres horas en descuartizar el cuerpo y un día en limpiar la habitación del hotel. Cuando tuvo el cadáver por partes, Sancho se habría dirigido a la plata de Salat, concretamente a unos aproximados 300 metros del hotel. Estando allí, intentaría alquilar un kayak, pero los vendedores no lo hicieron dado que las condiciones marítimas de ese momento no eran las óptimas.
No obstante, el pago de mil dólares y la insistencia del chef hicieron que los vendedores accedieran a la compra de la barca. Sancho tomó sus cosas con el cuerpo y partió lejos de la costa. Cuando alcanzó cierta distancia, se señala que dejó caer partes del cadáver en ese lugar. Durante la investigación, el kayak se encontró abandonado en la costa, el cual sería el mismo empleado por él.
La investigación inició cuando los familiares de Arrieta se preocuparon por la desaparición por completo de él. Consecuentemente, la Policía inició con las pesquisas correspondientes, a la par que Sancho (sabiendo que estaban investigando), decidió denunciar la desaparición del colombiano.
Posteriormente, la policía encontró algunos restos en el vertedero, las cuales estaban acompañados de las prendas del cirujano. También llevaron a cabo el registro en el hotel, donde encontraron un cuchillo con sangre, esponjas y restos en el desagüe. De igual forma, con el uso de videovigilancia, captaron a Sancho como la última persona con quien estuvo Arrieta.
En ese orden de ideas, Sancho fue detenido e interrogado por las autoridades. La primera versión indicó que él solo fue a recogerlo, pero con la presentación de pruebas se cambió esta afirmación. El desenlace por el nerviosismo llevó a que el español aceptara ser el responsable del homicidio, confesando todos los hechos relacionados con el hecho.
La justicia le dio orden de arresto y actualmente se encuentra privado de la libertad. Estando allí, ha recibido la visita de sus padres. Silvia Bronchalo estuvo el pasado 1 de septiembre en la cárcel. Lo particular de esta visita fue la camiseta que tenía, dado que tenía un mensaje curioso que quedó registrado en las cámaras de la prensa.
La camiseta en cuestión decía ‘Even more love’, lo cual traducido significa ‘cada vez más amor’. Ella no ha hablado del tema, pero podría ser una coincidencia interpretada en el apoyo incondicional de una madre con su hijo. Sancho también recibió la visita de su padre un día después.