Pasan los días y el escándalo es cada vez más grande.Este lunes, la ONG Avivi (Ayuda a Víctimas de Violación) denunció casos de abusos sexuales de menores de edad dentro del club de fútbol más ganador de la historia de Argentina: el Club Atlético River Plate.La acusación se une a otros casos de presuntos abusos de jóvenes jugadores, divulgadas durante los últimos días, que han conmocionado al país y puesto en el centro del escrutinio público al ya desprestigiado, caótico e influyente mundo del fútbol local.Las investigaciones son preliminares: no se sabe, por ejemplo, si los casos son aislados o parte de una red que afecta a todo el fútbol juvenil del país.Pero, con todo y la pasión que los argentinos ponen en su fútbol, la indignación por los supuestos abusos es cada día mayor.Y, así como se trata de casos inéditos en la historia del fútbol argentino, las consecuencias de los mismos son imprevisibles y pueden afectar a poderosas figuras del fútbol y la política argentinas.Pero vamos por partes.
Cerca del estadio Monumental, donde juega la selección y tiene sede River Plate, está la pensión del club donde viven los menores. Foto: AFP El testimonio claveEn la mañana del miércoles 21 de marzo un miembro de las inferiores de Independiente, uno de los grandes clubes del fútbol argentino, le dijo llorando a un psicológico que él y otros 19 niños eran parte de una red de prostitución infantil.El mismo día dos funcionarios del club con sede en Avellaneda, en el gran Buenos Aires, llevaron el caso a la justicia, que abrió investigaciones por abuso de menores y facilitación del abuso.Pocos días después la justicia detuvo a un joven de 19 años que había sido jugador de la inferiores de Independiente, pero fue expulsado pese a seguir radicado en la pensión del club, donde decenas de jóvenes promesas están internados.La justicia lo investiga a él como el puente entre los menores de edad y las personas que organizaban o perpetraban los abusos.Con él, hay cinco personas detenidas: un árbitro del torneo de ascenso, un estudiante de 24 años, un abogado, un representante de juveniles y el relacionista público Leonardo Cohen Arazi.Todos niegan los cargos.
El club Independiente tiene sede en Avellaneda, en el gran Buenos Aires. Foto: AFP Pero, según la fiscalía, eran parte de una operación que consistía en llevar a los menores en sus ratos libres a departamentos privados en exclusivas zonas de Buenos Aires para que realizaran favores sexuales a cambio de hasta 1.000 pesos (US$50), indumentaria deportiva y pasajes para visitar a sus familias, la mayoría lejos de la capital.En las investigaciones, que ya suman un centenar de entrevistas, los empleados de Independiente no son considerados como sospechosos y los directivos, así como los de River Plate, han manifestado su interés de cooperar con las investigaciones.Consecuencias inimaginablesDesde que se denunciaron los primeros casos, los investigadores le han dicho a la prensa local que temen que esta sea apenas la punta del iceberg de una red de prostitución infantil esparcida por todo el fútbol de inferiores.De hecho, también hay denuncias de trata de menores en Temperley, un club bonaerense de menor trayectoria que está en la primera división.En Argentina es común que los clubes acojan a un centenar de menores en sus pensiones para entrenarlos de cara al futuro.Son jóvenes que, en general, vienen del interior del país y pasan sus días en internados donde, si no es jugar fútbol dos o tres horas al día y asistir a algún curso escolar, no tienen mucho que hacer y pueden salir y entrar de las instalaciones. Además, dependen de representantes y agentes deportivos que sus familias apenas conocen.Es precisamente en la pensión de River Plate, en el exclusivo barrio porteño de Núñez, donde están ahora puestas las miradas.La ONG Avivi recogió el testimonio de una exmédica del club que detalló tres supuestos casos de abusos entre los años 2008 y 2011; dos de futbolistas y uno de una jugadora de vóleibol.
La justicia no tiene en cuenta a Hugo Moyano, líder sindical y presidente del club Independiente, en sus investigaciones de los abusos. Foto: AFP Datos de la Organización Mundial de Salud estiman que una de cada cinco niñas y uno de cada 13 niños en Argentina dicen haber sido abusados sexualmente durante su infancia.Según reportaron medios locales, la médica aseguró que había "al menos un captador, un reclutador y un abusador que pasaban dos o tres veces por semana a llevarse a los chicos de la pensión para prostituirlos".La dirigencia de River, que asumió después de 2011, se puso a disposición de la justicia, pero algunos creen que tienen una responsabilidad civil, porque, así no supieran de los abusos, actúan como escuelas y responsables de los menores de edad.En el caso de Independiente, el presidente es nada menos que Hugo Moyano, uno de los sindicalistas más influyentes del país, quien es investigado por la justicia por lavado de activos en la gestión de dicho club.El fútbol argentino, y en especial los torneos de ascenso e inferiores, es un complejo entramado en el que chocan intereses políticos, sindicales y económicos de mafias, barras bravas e influyentes figuras del poder.Por eso las consecutivas de los casos de abusos, así los mismos no estén directamente ligados al poder, pueden extenderse a esferas inimaginables en un momento en que el país espera de su selección nacional una victoria en el Mundial de Rusia que empieza en dos meses.