En las últimas semanas, se hizo famoso el caso de un joven que fue condenado a prisión y que solo tuvo permiso de defenderse durante 15 minutos en el juzgado. Asimismo, continúan las detenciones en contra de periodistas. Reporteros Sin Fronteras solicitó la liberación inmediata y hace un llamado a respetar la libertad de prensa.

El año pasado, durante el tiempo que compete septiembre hasta ahora, en Irán se presentaron manifestaciones de los ciudadanos en contra del Gobierno. Algo que se está volviendo común hace cuatro años. El detonante de este estallido en esta ocasión surgió el 13 de septiembre, cuando Mahsa Amini, una mujer de 22 años, quien fue detenida por la Policía mientras estaba en una estación de transporte público en Teherán.

Mahsa Amini, la joven iraní que falleció luego de la golpiza de las autoridades. | Foto: Masih Alinejad/Twitter/ @AlinejadMasih

Amini fue interceptada por la Policía, debido a que afirmaron que tenía puesto de forma incorrecta el velo hiyad y portaba pantalones muy apretados, pero ella sostuvo que no era así. Las autoridades consideraron que su conducta iba en contra de los principios morales, por lo que procedieron a golpearla reiteradas veces sobre el vehículo de la Policía.

Los responsables manifestaron que estaban cumpliendo las órdenes estatales, por lo que ellos legitimaron la golpiza. En un crónico estado de coma, Amino fue trasladada a un centro médico de urgencia, donde analizaron la gravedad de los golpes que recibió. Permaneció allí tres días hasta que falleció por un golpe en la cabeza. Las autoridades alegaron que ella tenía enfermedades precias, como diabetes, epilepsia y un tumor en la cabeza. Sin embargo, la familia negó esto y culpó a la Policía de asesinarla.

El país estuvo en velo durante los días que la mujer estuvo en coma. Cuando se conoció la noticia de su fallecimiento, los ciudadanos salieron a las calles masivamente en contra del abuso policial y del régimen autoritario del Estado, el cual sostuvo que la situación no se trato más allá de un protocolo de arresto por desacato a las leyes.

Las mujeres han sido las más participativas durante el estallido social. (Dilara Sanjaya, Reuters) | Foto: Reuters / Autor: Dilara Senkaya

Con el paso de los días, las protestas se fueron intensificando cada vez más, tomando como símbolo la muerte de Amini. Se han presentado en las importantes ciudades y provincias, como Teherán, Saqquez, Sanandaj, Divanderreh, Baneh, Bijar, Kurdistám. Amol, Arak, entre otras. Hasta el momento, se han registrado más de 19 mil arrestos y 574 muertes por parte de la Policía y las entidades judiciales, según la estadística de Iran Human Rights. El impacto ha sido tan fuerte que en México, India, Chile y hasta en la Copa Mundial de la FIFA se presentaron acciones a favor de la marcha y en contra del Gobierno.

Un joven solo tuvo 15 minutos para defenderse

Entre todos los manifestantes, se capturaron a cuatro jóvenes, quienes fueron ejecutados. Durante el tribunal de uno de ellos, el de Mohammed Mehdi Karami, las autoridades solo le dispusieron de 15 minutos para defenderse, aunque su condena era inminente. Karami tenía 22 años y era campeón de karáte. Hace pocos días, el 6 de enero, fue ahorcado luego de cumplidos los dos meses de su captura.

Su detención se dio en Karaj por parte de la Policía, quienes afirmaron que él estaba relacionado con la muerte de un miembro paramilitar en Basij. Sin embargo, su condena fue por el delito de ‘corrupción en la Tierra’. El juicio contra él se llevó a cabo en el Tribunal Revolucionario en Karaj el 30 de noviembre. Además de Karami, también estuvieron 16 personas, entre las cuales habían niños. Supuestamente, todos estaban vinculados al asesinato mencionado anteriormente.

Mohammad Mahdi Karami y Seyyed Mohammad Hosseini | Foto: Twitter: @RomainBurrel

Por órdenes del Estado, a los sospechosos no se les permitió contar con un abogado, dado que se les suministró uno. Los familiares no estuvieron presentes y, el 5 de diciembre, Karami fue declarado culpable y condenado a muerte. En su defensa, confirmó que golpeó al paramilitar con una piedra en la cabeza pero que se trató de un engaño. Los jueces solo le permitieron hablar durante 15 minutos, pero no pudo cambiar la decisión.

Condenas a periodistas

De una forma similar han sido las otras ejecuciones y condenas, privando a los sospechosos de tener los métodos suficientes. Entre estas, se destacan las que han sido contra la prensa. Recientemente, las autoridades condenaron a 18 años de prisión a Ehsan Pirbornash, exdirector de la revista deportiva Varzesh Ehsan y excomentarista del periódico Ghanon. Luego de mostrar abiertamente su apoyo en contra del Estado por lo ocurrido con Amino, fue detenido el 28 de octubre y encarcelado cerca a la ciudad de Qaem Shahr.

“Insultar al Islam de una forma considerada blasfema, incitación a la agresión contra el Gobierno de la República Islámica y propaganda en contra del sistema de la República Islámica”: estos fueron los cargos por los cuales Pirbornash fue condenado. Por medio de un tweet, su esposa (también periodista) Behnaz Mirmatoharian, manifestó en rede sociales la noticia de su condena, indicando que su marido se encentra enfermo y no podrá soportar la prisión.

Ehsan Pirbornash | Foto: Semana

Además del iraní, se han venido sumado otros casos de detención contra otros colegas. El fotógrafo Aria Jafari fue condenado a siete años de cárcel, 74 latigazos y la prohibición de salir del país durante los dos años posteriores a su salida. Por otro lado, la fotoperiodista Yalda Moiaery fue obligada a pasar seis años en la cárcel, a no tener permiso de ejercer como fotógrafa y a realizar servicios públicos durante los dos meses siguientes a cumplir la condena.

La también periodista con énfasis en fotografía, Ahmadreza Halabisaz, fue condenada a cinco años de cárcel y la prohibición. Por último, la reportera iraní Vida Rabbani tendrá que pasar dos condenas, una se seis años y otra de 15 años por ser judicializada por confabular contra la seguridad nacional. Reporteros Sin Fronteras solicitó la liberación inmediata de estos profesionales, sosteniendo que se están violando las bases de la libertad de prensa.