El exagente de la Policía de Mineápolis Derek Chauvin ha presentado este viernes una apelación contra su condena a 22 años y seis meses de prisión por la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd, fallecido durante su detención después de que el agente se arrodillara sobre su cuello durante varios minutos a pesar de que el hombre le dijo que no podía respirar.
La apelación, presentada en el último momento, recoge que no cuenta con fondos ni representación legal para este proceso y que los fiscales incurrieron en “mala praxis” y “prejuicios” durante los procedimientos contra él, al tiempo que critica que no se aceptaron “pruebas relativas al uso de la fuerza”.
Asimismo, critica que el tribunal no permitió a la defensa retirar “a miembros del jurado con un claro sesgo durante el proceso de selección” y su decisión de “reducir” la admisión de pruebas sobre un arresto de Floyd en 2019, tal y como ha recogido la cadena de televisión estadounidense CBS.
Los doce integrantes del jurado popular señalaron en abril que Chauvin --para quien la Fiscalía pedía una sentencia de 30 años de cárcel-- era culpable de asesinato involuntario en segundo grado, de asesinato en tercer grado y de homicidio en segundo grado por la muerte de Floyd en mayo de 2020.
Al no contar con antecedentes, Chauvin evitó la posibilidad de hacer frente a penas de prisión de hasta 40 años por asesinato involuntario en segundo grado, de hasta 25 años por asesinato en tercer grado y de hasta diez años por homicidio en segundo grado.
Floyd fue detenido en mayo de 2020 en Mineápolis a la salida de un establecimiento por haber utilizado un billete falso para pagar un paquete de cigarrillos. Durante el operativo, fue esposado y colocado en el suelo sobre su pecho, tras lo que Chauvin clavó su rodilla en su cuello durante más de nueve minutos, lo que finalmente provocó su fallecimiento.
La muerte de Floyd
Chauvin se arrodilló sobre el cuello de Floyd, de 46 años, durante más de nueve minutos en una calle de Minneapolis el 25 de mayo de 2020, a pesar de las súplicas del detenido y las de los transeúntes conmocionados que registraron en video la agonía del hombre.
La muerte de Floyd, detenido por supuestamente comprar cigarrillos con un billete de 20 dólares falso, conmocionó a Estados Unidos y el mundo, provocando masivas protestas contra la injusticia racial y la brutalidad policial.
Durante el juicio de tres semanas, el abogado de Chauvin, Eric Nelson, dijo que su cliente “exudaba una actitud calmada y profesional” al detener a Floyd, y trató de convencer al jurado de que “no usó fuerza ilegal a propósito”, sino que actuó según su entrenamiento.
Sin embargo, la fiscalía argumentó, con éxito, que Chauvin había usado fuerza excesiva, no solo con Floyd, sino con otras personas a las que arrestó durante sus 19 años de carrera en la fuerza.
En los alegatos finales del lunes, el fiscal Steve Schleicher describió las acciones de Chauvin como un “abuso de autoridad impactante”.
22 demandas
Quienes conocen a Chauvin dijeron que usaba más fuerza de la necesaria en sus detenciones.
La fiscalía exhibió varios ejemplos de su “modus operandi”, incluido el caso de Zoya Code, una joven negra arrestada en 2017 acusada de violencia por su madre.
“Se apoyó en mi cuello”, dijo Code recientemente sobre Chauvin. Frustrada y molesta, lo desafió a presionar más fuerte. “Entonces lo hizo. Solo para callarme”, contó.
Andre Balian, un instructor de kung fu que entrenó con Chauvin hace unos 20 años, dijo que “no había forma” de que el expolicía no se diera cuenta del daño que hacía o era capaz de hacer. En una entrevista con AFP en junio pasado, Balian recordó a Chauvin como un “imbécil”.
Se han filtrado pocos detalles sobre Chauvin, pero excolegas, bajo condición de anonimato, esbozaron en los medios el retrato de un hombre silencioso, inflexible y adicto al trabajo, que a menudo patrullaba los barrios difíciles.
Su compromiso le valió cuatro medallas a lo largo de su carrera. También acumuló 22 demandas e investigaciones internas, según un registro público que no incluye los detalles.
Solo una de estas quejas, presentada por una mujer blanca a la que había sacado violentamente de su automóvil en 2007 por exceso de velocidad a pesar del llanto de su bebé, fue seguida de una carta de reprimenda.
*Con información de Europa Press y AFP