Sorpresa ha despertado en el mundo científico una revelación hecha recientemente por expertos pediatras en México y divulgada a través de un medio especializado conocido como el ‘Journal of Pediatric Surgery Case Reports’, en el que se da cuenta del inusual caso de una bebé que nació con una cola, que, tras algunos meses, alcanzó un tamaño de 5,7 centímetros, obligando a ser extirpada.
De acuerdo con la revelación científica, el caso se presentó en un hospital del estado de Nuevo León, México, y solamente pudo ser evidenciada hasta que la bebé fue dada a luz.
En medio de la investigación emprendida por los científicos para determinar las causas del surgimiento de la extraña mutación física de la menor, estos han corroborado que los padres de la niña se encuentran sanos, y que no hay algunos factores que sirviesen para explicar qué originó que la neonata viniera al mundo con esa particularidad.
Según la publicación, en medio del estudio los expertos también examinaron a otro de los hijos de la pareja, quien al igual que los progenitores no presenta anomalía alguna, lo que siembra aún mayores dudas sobre el extraño caso médico, en medio de un embarazo que tampoco presentó mayores complicaciones, ni existió exposición a ambientes riesgosos como radiación.
Según recoge la publicación científica, durante el estudio de la protuberancia que emergía del cuerpo de la niña a la altura del coxis, los especialistas también pudieron determinar que esta ‘cola’ estaba desprovista de huesos, carecía de movimientos y su manipulación tampoco revestía alguna clase de dolor para la bebé.
Sin embargo, como parte del estudio, sí se pudo determinar que el ‘apéndice’ que sobresalía del final de la espalda de la bebé contaba con terminaciones nerviosas, pues reportó dolor tras ser inyectada.
Además de una longitud de 5,7 centímetros, la ‘cola’ de la niña presentaba un diámetro de entre 3 y 5 milímetros.
El estudio de los científicos permitió también corroborar que la menor no contaba con ninguna irregularidad en su cerebro ni en su médula espinal, por lo que dieron espacio a observar la evolución de la ‘cola’ durante algunos meses tras el nacimiento, para finalmente decidir el retiro de esta.
Según detalla el informe difundido a través de un medio científico especializado, entre el nacimiento de la niña y la operación para retirar la cola, transcurrieron cerca de dos meses, en los que además pudieron corroborar que allí también se desarrollaron vasos sanguíneos y que, contrario a lo pensado, en lo corrido de los meses de análisis, el ‘apéndice’ o rabo sí presentó crecimiento.
Medios internacionales han revelado la apariencia de la cola tras ser extirpada:
Pese a que en la publicación especializada se presentó este caso como un escenario curioso, los expertos advirtieron que no es el único del que se tenga reportes, recordando que hace poco, más exactamente en el año 2021, expertos médicos de Brasil reportaron el nacimiento de un bebé prematuro que contaba con una extraña cola con una longitud de 12 centímetros, que, además, contaba con una particularidad: en medio del hecho de por sí ya era extraño, que consistía en una bola, o carnosidad redonda que la ‘coronaba’ en la punta.
En ese caso, la cola también fue extirpada.