El globo científico de superpresión del tamaño de un estadio de fútbol de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa), que porta el telescopio SuperBIT, completó su primera circunnavegación de latitud media en diez días, es decir, toda una vuelta al planeta.

El globo fue lanzado el 15 de abril desde el aeropuerto de Wanaka, Nueva Zelanda, y ha logrado dar la vuelta al mundo en 10 días, 3 horas y 50 minutos después del lanzamiento. El globo mantiene una altitud de flotación de alrededor de 32.600 metros mientras continúa su viaje de trotamundos.

“El globo está funcionando exactamente de la manera en que fue diseñado, manteniendo su forma y volando a una altitud estable a pesar del calentamiento y enfriamiento del ciclo día-noche”, dijo en un comunicado Debbie Fairbrother, jefa del Programa Científico de Globos de la NASA.

Y agregó: “a medida que continuamos probando, validando y calificando esta tecnología para vuelos futuros, también estamos realizando ciencia de vanguardia”.

El globo está volando con la carga útil del Super Pressure Balloon Imaging Telescope (SuperBIT), que ya ha logrado imágenes que llegan a lograr acelerar la investigación de lejanas galaxias en el espectro de luz ultravioleta cercana a visible. Se ha informado, desde la Nasa, que si el clima lo permite, el globo se puede ver desde el suelo, especialmente al amanecer y al atardecer.

El próximo paso para el Programa Científico de Globos de la Nasa es otro lanzamiento planeado de un globo de súper presión desde Wanaka para probar aún más la tecnología mientras vuela con la misión científica Extreme Universe Space Observatory 2 (EUSO-2).

EUSO-2, de la Universidad de Chicago, tiene como objetivo aprovechar los datos recopilados durante una misión de 2017. EUSO-2 detectará partículas de rayos cósmicos de ultra alta energía de más allá de nuestra galaxia a medida que penetran en la atmósfera de la Tierra. Los orígenes de estas partículas no se conocen bien, por lo que los datos recopilados por EUSO-2 ayudarán a resolver este misterio científico.

El globo de superpresión de la NASA ha completado su primera circunnavegación en latitudes medias. | Foto: NASA.gov

Una galaxia con la luminosidad de “más de un billón de soles”

Brillando como un faro en medio de un mar de galaxias, la Arp 220 ilumina el cielo nocturno en la vista del telescopio espacial James Webb de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa) de Estados Unidos.

En realidad, se trata de dos galaxias espirales en proceso de fusión, Arp 220 brilla más intensamente en luz infrarroja, lo que la convierte en un objetivo ideal para Webb. Es una galaxia infrarroja ultraluminosa (ULIRG) con una luminosidad de más de un billón de soles.

En comparación, nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene una luminosidad mucho más modesta de unos diez mil millones de soles, según informó la Nasa.

Ubicado a 250 millones de años luz de distancia en la constelación Serpens (Serpiente), Arp 220 es el objeto número 220 en el Atlas de Galaxias Peculiares de Halton Arp. Es la ULIRG más cercana y la más brillante de las tres fusiones galácticas más cercanas a la Tierra.

Una impresionante colisión de dos galaxias espirales brilla en el infrarrojo con la luz de más de un billón de soles. Llamadas colectivamente Arp 220, las galaxias en colisión encendieron un tremendo estallido de nacimiento de estrellas. Cada uno de los núcleos galácticos combinados está rodeado por un anillo giratorio de formación de estrellas que emite la luz deslumbrante que Webb capturó en el infrarrojo. Esta luz brillante crea un estallido estelar prominente y puntiagudo. | Foto: Credits: NASA, ESA, CSA, STScI, Alyssa Pagan (STScI)

La colisión de las dos galaxias espirales comenzó hace unos 700 millones de años. Provocó un enorme estallido de formación estelar. Alrededor de 200 enormes cúmulos de estrellas residen en una región polvorienta y compacta de unos 5.000 años luz de diámetro (alrededor del 5 % del diámetro de la Vía Láctea). La cantidad de gas en esta diminuta región es igual a todo el gas de toda la Vía Láctea.

Las observaciones anteriores del radiotelescopio revelaron alrededor de 100 remanentes de supernova en un área de menos de 500 años luz. El telescopio espacial Hubble de la Nasa descubrió los núcleos de las galaxias madre separadas por 1.200 años luz. Cada uno de los núcleos tiene un anillo giratorio de formación de estrellas que emite la deslumbrante luz infrarroja, tan evidente en esta vista de Webb. Esta luz deslumbrante crea picos de difracción, la característica de estallido estelar que domina esta imagen.

En las afueras de esta fusión, Webb revela tenues colas de marea, o material extraído de las galaxias por la gravedad, representado en azul, evidencia de la danza galáctica que está ocurriendo. El material orgánico representado en naranja rojizo aparece en corrientes y filamentos a lo largo de Arp 220.

*Con información de Europa Press.