Aunque las relaciones entre Estados Unidos y Rusia no son las mejores, el gobierno de Vladimir Putin por fin pudo estar de acuerdo con una de las instituciones de ese país, el FBI.
Hace unos momentos se conoció que la misma Embajada de Rusia en Estados Unidos celebró el informe del FBI, el cual concluye que nunca se debió haber abierto una investigación sobre una posible relación entre Rusia y el expresidente Donald Trump, en el marco de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.
A través de un comunicado, la Embajada insistió en que la investigación se debió a una “histeria rusófoba en Washington”, un “bacanal” que derivó en “numerosas sanciones contra nuestro país, expulsiones de diplomáticos y confiscación de propiedades diplomáticas rusas”, provocando el “colapso de las relaciones bilaterales”.
“Incluso ahora, no vemos ninguna disculpa por esas acusaciones arrolladoras. A las élites estadounidenses les gusta decir que pueden ‘caminar y mascar chicle al mismo tiempo’. No está de más pensar por dónde vas y los posibles efectos de tus pasos”, recriminó el cuerpo diplomático ruso.
El informe que se hizo público el lunes 17 de mayo, concluye que las pruebas que se utilizaron para abrir la investigación contra el expresidente fueron “informaciones de inteligencia brutas, no analizadas y no corroboradas”.
En el análisis de 300 páginas, hecho por el fiscal especial del Departamento de Justicia estadounidense John Durham se considera que “el Departamento de Justicia y el FBI no cumplieron su importante misión de estricta fidelidad a la ley” en la investigación sobre la posible intervención rusa en la campaña de Trump.
Esta investigación, encargada por el propio Trump poco antes de su salida de la Casa Blanca, es la segunda realizada en el país en torno a este tema, después de que el inspector general Michael Horowitz concluyera en 2019 que la investigación del FBI había tenido numerosos fallos, aunque sí consideró que había estado justificada.
Trump resolverá la guerra de Ucrania en 24 horas
Hace unos días el expresidente Donald Trump fue el invitado en el programa Ayuntamiento de CNN, siendo uno de los candidatos a ocupar la Presidencia de Estados Unidos en las elecciones de 2024, y en medio de los procesos judiciales que ha enfrentado en los últimos meses, aprovechó para responder algunas dudas sobre la coyuntura internacional, así como unas cuantas preguntas sobre sus polémicas.
Una de las declaraciones más sonadas en medio de la entrevista fue la posición que el expresidente Trump hizo sobre la guerra en Ucrania, indicando que si llegaba a ser presidente de Estados Unidos nuevamente, entonces una de sus metas era acabar con el conflicto bélico que lleva más de un año, en un día.
“Si soy presidente, tendré esa guerra resuelta en un día, 24 horas”, afirmó Trump en vivo para el medio citado, agregando que se reuniría con los dos mandatarios (Rusia y Ucrania) para lograr un acuerdo que terminara el enfrentamiento. “Ambos tienen debilidades y ambos tienen fortalezas y dentro de 24 horas esa guerra se resolverá. Se terminará, se terminará por completo”, agregó.
Sin embargo, en sus declaraciones Trump insistió en que no se referiría a Putin como un “criminal de guerra”, argumentando que calificando su posición sobre el presidente de Rusia haría más complicado la resolución del conflicto, mismo que piensa resolver en poco tiempo.
“Si dices que es un criminal de guerra, será mucho más difícil llegar a un acuerdo para detener esto. Si va a ser un criminal de guerra, la gente lo agarrará y lo ejecutará, él peleará mucho más duro de lo que pelearía en otras circunstancias. Eso es algo que se discutirá más adelante”, afirmó el empresario.