La ciudad de Christchurch en Nueva Zelanda vivió un viernes negro. Y todo quedó grabado en la cámara que usó el atacante para transmitir en vivo y en directo cómo asesinaba con sevicia a 49 personas en la mezquita de Linwood. Las imágenes que Facabook bajó y eliminó de la plataforma son escalofriantes. Y poco a poco han aparecido testimonios de los sobrevivientes. Uno de ellos le relató al diario New Zeland Herald cómo un amigo suyo puso en riesgo su vida para enfrentar al terrorista e intentar arrebatarle el arma. Puede leer: Nueva Zelanda: lo que se sabe de Brent Tarrant, el hombre que transmitió por Facebook su ataque a una mezquita en Christchurch El medio de comunicación entrevistó a Syed Mazharuddin, que fue testigo de los hechos y estuvo muy cerca del espacio donde retumbaron los disparos. "La gente corría, había gritos, yo traté de ocultarme", dijo. Y más adelante contó: "Yo me cubrí, este tipo había entrado por la puerta principal de la pequeña mezquita. Había entre 60 y 70 personas allí. Justo alrededor de la puerta de entrada había personas ancianas sentadas allí orando y él comenzó a dispararles". “Mazharuddin vio de frente al tirador que llevaba equipo de protección y vio el momento en que disparaba salvajemente”, se lee en la nota del New Zeland Herald. Le puede interesar: Tiroteo transmitido en tiempo real deja al menos 49 muertos en Nueva Zelanda El testigo también relató que un hombre dentro de la mezquita trató de atacar al terrorista. "Es el joven que generalmente cuida la mezquita ... vio una oportunidad y se abalanzó sobre él y tomó su arma", dijo Mazharuddin al diario. "El héroe intentó perseguirlo y no pudo encontrar el gatillo en la pistola ... corrió detrás de él, pero había gente esperándolo en un carro cuando huyó". En el video que el terrorista publicó en vivo, se ve que otra persona intenta quitarle el arma. Pero no lo logra y es asesinado en el instante. ¿Quién es el atacante? El responsable del ataque dejó escrito un manifiesto: es un australiano de 28 años, nacionalista blanco que odia a los inmigrantes; que estaba reaccionando a ataques en Europa perpetrados por musulmanes; que se quería vengar; que quería provocar miedo. Pero también, claramente, quería llamar la atención. Aunque dijo que no buscaba la fama, el agresor, que no fue identificado de inmediato por la policía, dejó un documento de 74 páginas publicado en las redes sociales bajo el nombre Brenton Tarrant, en el que dijo que esperaba sobrevivir el ataque para propagar mejor sus ideas en los medios. Él también transmitió en vivo su ataque vía streaming, mostrando los detalles explícitos del horror vivido en la mezquita Al Noor, en Christchurch. Si bien su manifiesto y video fueron estrategias obvias y desdeñosas en busca de infamia, dan algunas pistas a la gente que trata de entender por qué alguien mataría a decenas de personas inocentes que simplemente dedicaban la tarde a la oración. No podría haber un lugar más desconcertante para una masacre que Nueva Zelanda, país tan plácido y aislado de las masacres que abundan en Estados Unidos que la policía rara vez porta armas. Pero el agresor subrayó que su elección de Nueva Zelanda se debe precisamente a que es un país remoto. Escribió que un ataque en Nueva Zelanda demostraría que ningún lugar del mundo está a salvo y que los países más remotos se ven afectados por migraciones masivas. El agresor dijo que creció en una familia australiana de clase trabajadora, que tuvo una niñez típica y fue un estudiante mediocre. Una mujer que dijo haber sido colega suyo cuando era entrenador personal en la ciudad australiana de Grafton sostuvo que las acusaciones le provocaron un shock. "No puedo... creer que alguien a quien traté a diario y con quien conversé e interactué podría ser capaz de un acto tan extremo", dijo Tracey Gray a la Australian Broadcasting Corp. Aparte de sus ideales nacionalistas, el atacante también se consideraba un ambientalista y fascista que cree que China es el país más alineado con sus valores políticos y sociales. Desprecia al 1% más rico y dijo que la comentarista estadounidense de derechas Candace Owens era la persona más influyente en su vida. Con información de AP.