El intrépido escalador Alain Robert, conocido como el ‘Spiderman’ francés, desafió los límites de la gravedad una vez más al escalar un rascacielos de 217 metros en Manila a sus 61 años, en un acto destinado a respaldar las reclamaciones filipinas sobre un grupo de islas en el mar de China Meridional.
Robert, famoso por escalar más de 150 estructuras en todo el mundo, atrajo multitudes y detuvo el tráfico en el distrito financiero de la capital filipina al ascender en free climbing, sin arnés ni cuerdas, los impresionantes 217 metros del G.T. International Tower, el décimo edificio más alto de Filipinas.
A pesar de su éxito al descender, la Policía lo detuvo rápidamente. No es la primera vez que Robert enfrenta este tipo de situaciones. Antes de su hazaña, explicó a los periodistas que está acostumbrado a ser arrestado por escalar edificios, ya que rara vez solicita permiso previo. En 2019, fue detenido y multado con 1.000 pesos (aproximadamente 18 dólares) por escalar el mismo edificio.
“De hecho, estoy acostumbrado. He sido arrestado 150 o 160 veces en mi vida alrededor del mundo, así que para mí es normal ser arrestado”, comentó el francés, restándole importancia al incidente y describiendo su proeza en Manila como una “pequeña escalada”.
Robert, quien ha sufrido múltiples fracturas óseas por caídas de hasta 15 metros, expresó su aprecio por Filipinas y su gente. Ha visitado y escalado en el país varias veces desde su primera visita en 1997. Destacó la alegría de los filipinos y se sintió acogido en la nación insular.
“Entiendo que hay tensiones en el mar de Filipinas (mar de China Meridional) y solo quiero recordar que el mar y las islas pertenecen a Filipinas y a nadie más”, enfatizó el escalador. Las tensiones en la región han aumentado en los últimos meses debido a disputas territoriales entre Filipinas y China, especialmente en áreas ricas en recursos naturales. Incidentes como el acoso de buques chinos a barcos filipinos en el atolón de Ayungin han elevado la tensión en el área.
A lo largo de su carrera, Robert ha desafiado edificios y monumentos icónicos en todo el mundo, desde la torre Eiffel de París hasta el Burj Khalifa de Dubái. Sus hazañas catalogadas como actos de valentía van sumadas a declaraciones audaces que captan la atención del mundo y generan conciencia sobre temas importantes. Su última escalada en Manila es otro recordatorio de su dedicación a su arte y su apoyo a causas que considera fundamentales.