Desde hace un mes el fotógrafo colombiano Mauricio Morales está en Siria. Cuenta que en Alepo, una de las ciudades más golpeadas por el conflicto civil, “todo es destrucción, muerte, miseria, frío, hambre. La gente parece loca. Se acostumbran al olor de los muertos, a las balas y a las bombas. Alguien me dijo que al primer amigo que murió lo lloró un mes, al segundo una semana, al tercero algunos minutos. A los demás ya no los llora, los entierra y solo le queda esperar quién será el siguiente”. Esta es una muestra del trabajo de Morales.

Soldados del Ejército Libre de Siria patrullan entre los escombros. En dos años de guerra ya van 60.000 muertos. Foto por Mauricio Morales. 

Lo que quedó de un  tanque después del combate. Foto por Mauricio Morales. 

En una casa en Alepo, una familia de 14 personas vive hacinada en dos cuartos. Uno de los hijos fue asesinado y otro herido en el estómago. Según el fotógrafo “en esta guerra gente que nunca habían agarrado un arma, lo dejó todo por una muerte en las trincheras”. Foto por Mauricio Morales. 

Un muñeco, uniformado y con una máscara del dictador Bashar al-Assad, al pie de un edificio. Las fuerzas del gobierno han bombardeado las ciudades con artillería pesada y aviones de caza. Foto por Mauricio Morales. 

Rebeldes caminan por el bazar de Alepo. Este barrio medieval era hasta hace poco una de las atracciones turísticas más importantes de Siria. Foto por Mauricio Morales.