El máximo de hielo marino este 2023 estará por debajo de los 17 millones de kilómetros cuadrados por primera vez en el registro satelital, que se remonta a 1979.
En la Antártida, la alta variabilidad caracteriza típicamente el período alrededor del máximo de hielo marino en el invierno austral, que se da durante el mes de septiembre. Pero en la actualidad la extensión del hielo marino está más de 1 millón de kilómetros cuadrados por debajo del récord para el máximo más bajo anterior, establecido en 1986, según el último informe del National Snow & Ice data Center.
El hielo marino antártico creció a un ritmo mucho más rápido que el promedio durante los primeros ocho días de septiembre, aumentando a 65.000 kilómetros cuadrados por día en relación con la tasa promedio de 1981 a 2010 de 25.000 kilómetros cuadrados por día. Gran parte de esta expansión se produjo en el noreste del Mar de Ross y a lo largo del frente de hielo del Mar de Weddell.
Sin embargo, el crecimiento se desaceleró después del 8 de septiembre. Si no se produce más crecimiento neto, “el máximo de hielo marino estará por debajo de los 17 millones de kilómetros cuadrados por primera vez en el registro satelital, y alrededor de un millón de kilómetros cuadrados por debajo del récord máximo más bajo anterior de 1986″, según el informe.
Las cinco extensiones máximas de hielo marino bajas para la Antártida incluyen 1986, 2002, 2017, 1989 y 2022. La alta variabilidad es típica del período máximo de hielo marino, y es probable que aumente aún más debido a las tormentas o fuertes vientos a lo largo del vasto borde del hielo marino circumpolar.
Masa de hielo antártico se acelera tras desprenderse un megaiceberg
Tras el desprendimiento del iceberg A-81 --de 1.500 kilómetros cuadrados-- a finales de enero de 2023, la plataforma de hielo Brunt se está moviendo más rápido que antes.
Actualmente se mueve aproximadamente 4 metros por día hacia el mar, mientras que antes del desprendimiento se movía a una media de entre 1 y 2,5 metros por día. Las observaciones se presentaron esta semana por el BAS (British Antarctic Survey) a la revista The Cryosphere.
La plataforma de hielo Brunt es una de las plataformas de hielo más estudiadas del mundo. Su estructura glaciológica es compleja y el impacto de los desprendimientos es a menudo impredecible. Los investigadores consideran que el cambio climático no ha jugado un papel significativo en la reciente aceleración de la plataforma de hielo Brunt.
Se ha acelerado debido a la pérdida de su conexión con el fondo marino en una zona conocida como McDonald Ice Rumples, tras el desprendimiento del iceberg A-81. Esta conexión ayudó a estabilizar la plataforma de hielo durante la mayor parte de los últimos 67 años desde que fue ocupada e instrumentada por primera vez. La plataforma de hielo ahora se está moviendo a un ritmo que normalmente sólo se mide en plataformas de hielo alimentadas por glaciares de salida de flujo excepcionalmente rápido, como el glaciar Thwaites en la Antártida occidental.
Los científicos del BAS están monitoreando de cerca la situación utilizando equipos GPS desplegados en el hielo y datos satelitales. Los datos de seguimiento se utilizan para ayudar en la planificación operativa en la Estación de Investigación Halley, que está situada en la parte más estable de la plataforma de hielo Brunt, a 20 km del nuevo frente de hielo. En 2016, BAS tomó la precaución de reubicar la Estación de Investigación Halley 23 km tierra adentro de la fisura (Abismo-1) que finalmente provocó el desprendimiento del iceberg A-81, después de que comenzó a ensancharse.
Halley está cerrado durante el invierno antártico y actualmente no hay personal en la estación. Los equipos de operaciones de BAS están planificando actualmente una temporada de campo de rutina en Halley con un equipo de 40 personas que volarán a la plataforma de hielo Brunt en noviembre de 2023. Pasarán la temporada manteniendo los suministros de energía y las instalaciones que mantienen los experimentos científicos funcionando de forma remota durante el invierno. Su trabajo continuará hasta que sean recogidos por aviones en febrero de 2024.
El profesor Dominic Hodgson, glaciólogo de BAS que forma parte del equipo científico que ha estado estudiando la plataforma de hielo Brunt durante más de una década, dijo en un comunicado:
“Esta es una situación dinámica. Esperábamos que la plataforma de hielo respondiera al desprendimiento de la A-81. Estamos monitoreando la aceleración y llevando a cabo más experimentos para determinar si la plataforma de hielo restablecerá el contacto con el fondo del mar y cuándo. Esto se evidenciará mediante una estabilización o disminución de la velocidad de la plataforma de hielo, que podremos registrar en tiempo real. Nuestros equipos científicos y de operaciones continúan monitoreando la plataforma de hielo para garantizar que sea segura y para mantener la entrega de la ciencia que llevamos a cabo en Halley”.
*Con información de Europa Press.