Un particular hecho fue reportado por una biblioteca pública en la ciudad de Vancouver, Canadá, cuando sus trabajadores, quienes se encontraban revisando las devoluciones de los libros prestados, se encontraron con una escena particular, pues entre los ejemplares que habían sido regresados a la biblioteca se encontraba un ejemplar del libro ‘The Telescope’, del escritor Harry Edward Nea.
Aunque podría parecer un hecho normal, en tanto diariamente se reciben libros que habían sido prestados, en este caso el ejemplar había sido entregado a una usuaria de la biblioteca 51 años atrás, y hasta ahora había sido regresado.
Además de la inusual tardanza, recordando que ese tipo de situaciones, incluso por días, representan habitualmente la imposición de una multa, el hecho puntual ha despertado especial simpatía, pues el libro fue regresado con una particular nota, en la que la persona que había olvidado devolver el libro pedía excusas por la ‘tardía’ devolución.
“De vuestra biblioteca. Mil disculpas por la pequeña tardanza. 51 años. Pero en muy buen estado. Gracias”, es el texto dejado en una nota al interior del libro, que más que despertar la furia o indignación de los administradores de la biblioteca y los otros usuarios, se ha considerado un acto honesto, y además ‘dulce’, según recogen medios internacionales.
Aunque habitualmente este tipo de situaciones –los retrasos en la devolución de libros– representan multas y sanciones en términos de tiempo, orientadas a desincentivar las conductas de regreso tardío de material, la administración de la biblioteca, la South Hill Branch, en Vancouver, ha precisado que la persona responsable del particular ‘retardo’ no será objeto de multa alguna, en tanto, recientemente, en una acción centrada en la confianza en sus usuarios, se decidió abolir dichos castigos.
Así, el particular hecho, pasará de ser un caso extremo de tardanza, a ser visto simplemente como un hecho anecdótico, que incluso fue compartido a través de las redes sociales de la misma institución pública, donde despierta jocosos comentarios.
Uno de los hechos que más despierta simpatía es, precisamente, cómo el contenido del libro, que versa sobre ‘el telescopio’, podría o no estar vigente, dada la evidente evolución tecnológica de las últimas décadas.
En ese mismo sentido, los usuarios de las redes sociales de la referida biblioteca han aplaudido el gesto de “mejor tarde que nunca”, y han ironizado con la frase de ‘en buen estado’.
Sobre la condición de la eliminación de las multas, la biblioteca ha referido que ello, además de representar un voto de confianza en sus usuarios, debe ser visto como un gesto para propender por escenarios de mayor acceso para la ciudadanía a los conocimientos.
¿Alguna vez ha prestado un libro que no le han devuelto, o es usted quien se ha quedado con libros ajenos?