El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, afirmó este jueves, 6 de julio, que el líder del Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin, ya no se encuentra en territorio bielorruso y que, de hecho, ha regresado a Rusia, país donde emprendió en junio una revuelta que puso en tela de juicio el liderazgo de Vladimir Putin.

Prigozhin viajó a Bielorrusia como parte de un pacto en el que Lukashenko ejerció de mediador. Las autoridades rusas se comprometieron entonces a no procesar al líder de la red de mercenarios por su rebelión, lo que se tradujo en un aparente exilio del que solo consta una declaración de Lukashenko en la que confirmaba la llegada.

El líder del Grupo Wagner no ha reaparecido en público y se ha limitado a la difusión de grabaciones de voz, evitando las críticas que durante meses venía dirigiendo hacia la cúpula militar rusa, personificadas en el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y vinculadas al desarrollo de la ofensiva militar en Ucrania.

Ahora, el mandatario bielorruso aseguró que Prigozhin se ha ido a San Petersburgo, matizando eso sí que no sabe dónde está “esta mañana”. “Quizás se fue a Moscú, o a otro lugar, pero no está en Bielorrusia”, manifestó Lukashenko, en un discurso a periodistas recogido por la agencia de noticias oficial BelTA.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko. | Foto: Roscongress Foundation

Además, indicó que habló con Prigozhin el miércoles, pero “solo” del futuro del Grupo Wagner. Asimismo, evitó valorar cuál puede ser su futuro. No ha querido entrar en especulaciones, aunque ha descartado que Putin pueda ser tan “vengativo” o “maligno” como para promover su muerte de una u otra manera: “Esto no sucederá”.

Lukashenko también descartó que el motín lanzado por Prigozhin, cuyas tropas llegaron a avanzar hacia Moscú, hayan puesto de manifiesto una supuesta “debilidad” de Putin. Al contrario, considera que el mandatario ruso ha salido reforzado de esta crisis.

Sobre la presencia del Grupo Wagner en Bielorrusia, Lukashenko señaló que no supone “nada extraordinario” y, de hecho, confía en que los mercenarios puedan compartir su “amplia experiencia” de combate con las Fuerzas Armadas locales.

Yevgueni Prigozhin, líder y propietario del grupo paramilitar Wagner. | Foto: SEMANA

Zelenski “no ganará esta guerra”

Lukashenko también cargó de nuevo contra los gobiernos occidentales por la influencia que ejercen sobre Ucrania y denunció las tácticas ucranianas, incluida la supuesta utilización de drones. En este sentido, llamó a revertir el discurso actual que pasa por presentarle a él y a Putin como “una especie de bárbaros que roban niños y se los comen”, alegando que si hay menores deportados es con el objetivo de “salvarlos”.

Para Lukashenko, las constantes presiones del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con vistas a la cumbre de líderes de la Otan demuestran que “se ha dado cuenta de que no ganará la guerra”, que la contraofensiva iniciada a principios de junio “solo provocará la muerte de miles y miles de personas”.

Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania. | Foto: AP Photo/Vadim Ghirda

Lingotes, armas y pelucas en casa del jefe de Wagner, según imágenes en medios rusos

Los medios rusos difundieron el miércoles por la noche imágenes del registro de la casa en San Petersburgo del jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, realizado durante su intento de rebelión de finales de junio.

Las imágenes, aparentemente tomadas por las fuerzas del orden y publicadas de repente en varios medios públicos y privados rusos, muestran una enorme y lujosa mansión, con un helicóptero en el jardín.

Durante el registro, según estas grabaciones, los agentes descubrieron fajos de dólares y de rublos, lingotes de oro, numerosas armas, varios pasaportes con distintos nombres y un armario repleto de pelucas.

El jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin. | Foto: AP

La web de noticias Fontanka, con sede en San Petersburgo, indicó también que los investigadores encontraron una fotografía con “cabezas cortadas” en el domicilio. Los mercenarios de su organización a menudo son acusados de abusos.

Esta página también publicó una fotografía que muestra un enorme mazo en una habitación de la casa, cuya cabeza metálica lleva inscrito el mensaje: “En caso de negociaciones importantes”.

El mazo es uno de los símbolos del grupo Wagner, que se jacta de presumir este arma para ejecutar o torturar a sus enemigos.

La rebelión de Wagner, el 24 de junio, hizo tambalear al poder en Rusia en medio del conflicto con Ucrania. Durante varias horas, los combatientes paramilitares ocuparon un cuartel general del ejército ruso en Rostov del Don (suroeste) y emprendieron la marcha hacia Moscú.

El motín terminó en la noche del 24 de junio con un acuerdo que contemplaba la salida hacia Bielorrusia de Prigozhin, quien aseguró que no buscaba tumbar al poder, sino evitar el desmantelamiento de Wagner.

Yevgueni Prigozhin, jefe del grupo paramilitar Wagner. | Foto: ap

Desde entonces, importantes voces de los medios públicos rusos lo presentan como un empresario avaricioso que perdió la razón tras haberse hecho rico durante años con jugosos contratos con el Estado.

No se anunció ninguna sanción contra los amotinados, pero el futuro de las empresas de Prigozhin, de su imperio mediático y su influencia tanto en Rusia como en el extranjero, especialmente en África, parece incierto.

*Con información de Europa Press y AFP.