Las causas contra el director del grupo francés de marcas de lujo LVMH, Bernard Arnault, por un supuesto blanqueo de dinero que involucra al oligarca ruso Nikolai Sarkisov, son “infundadas”, afirmó su abogada, Jacqueline Laffont.
“La operación realizada para permitir la ampliación del hotel Cheval Blanc en Courchevel es perfectamente conocida y fue realizada con respeto a las leyes y con el apoyo de asesores”, afirmó la apoderada, en un mensaje enviado a la AFP.
La fiscalía de París había indicado el jueves de la semana anterior que desde 2022 está abierta en Francia una investigación por sospechas de blanqueo de dinero contra Sarkisov y que estas se ampliaron para incluir transacciones inmobiliarias que involucran a Arnault.
Según el ente acusador, que confirmó una información dada a conocer primero por el diario Le Monde, en el procedimiento se incorporó un informe de la unidad de inteligencia financiera del Ministerio francés de Economía sobre las operaciones de ambos magnates en el selecto pueblo de esquí de Courchevel, conocido como un patio de recreo de oligarcas.
Basándose en este informe, el periódico francés aseguró que Sarkisov, de 55 años, compró en 2018 en Courchevel 14 bienes inmobiliarios por 16 millones de euros (16,9 millones de dólares) a través de una compleja red de sociedades en Francia, Luxemburgo y Chipre.
Oficialmente, el comprador era la sociedad La Flèche. El nombre del oligarca no aparece en sus estatutos, aunque él era el propietario efectivo.
A través de esta firma compró otros tres bienes en la misma estación de esquí por 2,2 millones de euros (2,3 millones de dólares) que generaron una plusvalía de 1,2 millones de euros a otra sociedad, Croix Realty, de la que también es el propietario, a través de otro complejo entramado empresarial.
Para financiar estas operaciones, Arnault, una de las principales fortunas del mundo y propietario de LMVH (Louis Vuitton Moët Hennessy), transfirió a Sarkisov 18,3 millones de euros (19,3 millones de dólares).
Luego compró el conjunto de la firma La Flèche, convirtiéndose en el beneficiario efectivo de estos inmuebles.
“El cambio de beneficiario final de las adquisiciones de bienes inmuebles tiende a enmascarar el origen exacto de los fondos, a complicar las operaciones y la identificación del comprador real, y a reflejar un deseo de ocultar al beneficiario real de todas las adquisiciones, es decir, Bernard Arnault”, según el reporte de Tracfin citado por Le Monde.
Pero la abogada Laffont cuestionó: “¿quién puede imaginar seriamente que el señor Bernard Arnault, que durante 40 años construyó la primera empresa francesa y europea, se dedicaría a blanquear dinero para ampliar un hotel?”.
Con una riqueza de 183.000 millones de dólares, Arnault es el dueño de la segunda fortuna del mundo, después de Elon Musk, quien posee 245.000 millones de dólares.
En los años 80, Arnault se propuso crear un grupo de marcas de lujo, cuyo primer paso fue la fusión de dos verdaderas insignias del estilo francés y de vuelo aspiracional: La casa de equipajes Louis Vuitton y la marca de licores finos Moét Hennessy.
El resto fue historia y hoy el conglomerado LVMH abarca alrededor de 60 subsidiarias que controlan 75 de las más prestigiosas marcas más prestigiosas de moda, joyería, perfumes, accesorios y licores, entre otros productos.
El portafolio incluye a casas como Christian Dior, Fendi, Givenchy, Bulgari, Tag Heeuer, Tiffany & Co., Marc Jacobs y Loewe, entre otras.
Con información de AFP.