En Argentina son catorce las veces en las que se asegura que la Virgen de la Inmaculada Concepción ha llorado durante este año y, en algunas ocasiones, sangre. La réplica de una de las figuras más importantes para los católicos está ubicada en la capilla de Vinará, en la provincia de Santiago del Estero, donde incluso se le atribuyen milagros.
Más allá del misterio que rodea a la Virgen en esa zona está el caso de Raúl Alemir, un hombre de casi 40 años a quien el año pasado le detectaron mixofibrosarcoma. Se trata de un tipo de cáncer que, según el portal especializado Mayo Clinic, suele aparecer en las piernas y brazos y se caracteriza por comenzar en los tejidos que rodean los órganos, huesos y músculos.
Ese padecimiento que, según esa plataforma, es más frecuente en mayores de 50 años fue lo que llevó a que una madre depositara toda su fe en la Virgen. Más allá de súplicas, la mujer tomó supuestamente lágrimas de esa réplica en una servilleta y se las entregó a su hijo, quien se preparaba para una intervención quirúrgica para extirparle un tumor que alcanzó los siete kilos.
“No querían arriesgarse”
La odisea de aquel hombre no comenzó con esa cirugía, pues un año atrás no hubo más salida que amputarle una de sus piernas. Sin embargo, cuando se pensó que había recuperado la salud casi en su totalidad y podía retomar su rumbo, el cáncer volvió a aparecer este 2022 de un momento a otro.
“Tuve que suplicar a los médicos para que me operaran, porque no querían arriesgarse por las pocas posibilidades de sobrevida”, señaló el joven, según lo recogido por Infobae. La vida lo estaba poniendo a prueba tanto a él como a su familia nuevamente, pues las salas de hospital volverían a hacer parte de su cotidianidad.
“Yo vine, me arrodillé, lloré y ella lloró. Yo le pedí a la Virgen que si iba a vivir mi hijo que le diera otra oportunidad y sino que no me lo haga sufrir. Porque era un tumor impresionante parecía un monstruo. Los médicos le dijeron que no iba a sobrevivir a la operación. Nos pidieron que nos despidiéramos de él”, contó María Brandan, mamá de Raúl a ese medio.
Atribuyen milagro a la Virgen
Ese no fue un diagnóstico concluyente para esta madre, quien desde ese momento puso todas las esperanzas en que la Virgen intercedería para que su hijo finalmente venciera el cáncer. En medio de su devoción, le encomendó a otra de sus hijas que le hiciera llegar a Raúl aquella servilleta que hasta no hacía mucho tiempo era un papel común y corriente.
Había llegado el momento de la verdad, el hombre argentino fue informado de que debía pasar a la mesa de operaciones en una intervención extensa y de la que no se garantizaba su éxito. Pese a las consideraciones poco optimistas de los médicos, la cirugía (el 6 de septiembre de este año) derivó en buenos resultados y no llevó a que se corriera el riesgo de perder su brazo.
Como él, Víctor (otro testigo) asegura que ha visto a la Virgen llorar, lo que en algunos feligreses les ha llevado a reforzar su fe. “El 26 de julio de 2022 al llegar a la capilla de Vinará, ayudé al grupo de servidoras a bajar la Virgen del Altar (...). Mientras las chicas la limpiaron, yo fijé la mirada y vi que se le escapó una lágrima. Después cambió el color del rostro y siguió llorando y nos reunimos a rezar”, dijo ese hombre a Infobae.
De acuerdo con medios locales, en la década de los setenta un sacerdote llevó la réplica de yeso a la localidad argentina de Vinará. Según dijo Mónica Pediconi (otra testigo) a ese medio, “se trata de una advocación de la Inmaculada Concepción, la misma que se encuentra en Lourdes” y había sido abandonada en la parroquia de Termas de Río Hondo.