Las autoridades de Sídney, Australia, desplegaron el pasado jueves varias trampas para intentar atrapar al gran tiburón blanco que devoró al instructor de buceo Simón Nellist, en el primer ataque de este tipo en décadas en una playa de esta ciudad australiana.

Además de movilizar drones para inspeccionar el océano desde el aire, las autoridades colocaron seis trampas para intentar atrapar al depredador, que se estima podría ser de tres metros de largo.

Tras lo ocurrido, expertos en tiburones indicaron que el nadador utilizó un traje negro de neopreno, algo inusual en Sídney por la temperatura del agua, razón por la cual el animal lo pudo haber confundido con una foca.

El experto Chris Pepin-Neff, autor de una obra dedicada a los tiburones, dijo a News que era probable que por el color de su ropa el tiburón pudo haberse confundido, y terminó devorándolo.

Además, el especialista en estos animales dijo al medio citado anteriormente que no era “una locura que los tiburones muerdan a los humanos pensando que podríamos ser presas”.

Chris Pepin-Neff también explicó que el 80 % de los ataques son “golpe y fuga”, porque el depredador reconoce, tras la mordedura, que no se trata de una “presa”.

“Probablemente ha habido solo 10 o 12 ataques de este tipo en los últimos 30 años en todo el mundo”, agregó el experto.

Entre tanto, el también especialista Lawrence Chlebeck coincidió con que “el tiburón probablemente confundió a Simón con una foca”.

Respecto a Simón Nellist, se mencionó que viajaba casi todos los días unos 10 kilómetros desde su casa en Wolli Creek y nadaba en el canal desde Little Bay hasta Malaba, con el objetivo de entrenar para un evento benéfico de natación.

Afirman que este es el primer ataque mortal de un tiburón en Sídney desde 1963.

El departamento estatal de industrias primarias anunció el despliegue de “seis trampas inteligentes”, que en teoría atrapan al animal y lo trasladan mar adentro. Sin embargo, su uso es controvertido, porque algunos animales murieron antes de ser liberados.

No obstante, Dugald Saunders, ministro de la región de Nueva Gales del Sur, reconoció que, a pesar del gran despliegue de recursos, no será fácil ubicar el tiburón.

Entre tanto, el pasado viernes se conoció un video que mostró el momento en el que el hombre era atacado. En el clip grabado desde la costa y a una importante distancia, se alcanza a apreciar al animal y se escuchan gritos, mientras la persona que graba se manifiesta sorprendida.

Un testigo que se encontraba pescando en unas rocas en las proximidades indicó a la emisora nacional ABC haber visto al hombre cuando era arrastrado hacia el fondo del agua por el tiburón.

“Cuando se sumergió se veían muchas manchas”, afirmó el testigo. “Fue algo horrible. Todavía sigo temblando”, añadió cuando describió el ataque, que duró varios segundos.

El ataque ha sacudido a la población del este de Sídney, donde las actividades acuáticas son parte indispensable del día a día a pesar de la presencia habitual de ballenas, rayas o tiburones.

Hasta 13 playas de la zona estaban cerradas el pasado jueves y una competición de natación en el océano con 800 participantes fue aplazada.