El octogenario Nicolas Puech, magnate multimillonario y miembro de la destacada dinastía de la moda Hermès, se encuentra supuestamente inmerso en una sorprendente trama sucesoria que incluye la adopción de su jardinero, un hombre de 51 años.
A pesar de ser soltero y carecer de descendencia directa, Puech tiene la intención de legalmente designar a su “antiguo jardinero y personal de mantenimiento”, procedente de una “modesta familia marroquí”, como su legítimo heredero, según informa la revista suiza ‘Tribune de Genève’.
Esta medida poco convencional de transferir su inmensa fortuna y propiedades inmobiliarias al jardinero ha generado una intensa especulación.
Nicolas Puech, descendiente de la quinta generación de Thierry Hermès, fundador de la prestigiosa casa de moda de lujo en 1837, ejerce un control sustancial sobre la empresa, actualmente valorada en 220.000 millones de dólares. Se sitúa entre las personas más adineradas de Suiza, con una estimación de riqueza oscilante entre 10.300 y 11.400 millones de dólares.
Supuestamente, Puech ha iniciado procesos legales respaldados por un destacado equipo legal para formalizar la adopción de su jardinero de 51 años, una figura crucial en sus recientes ajustes patrimoniales.
El jardinero, según se informa, está casado con una mujer española y tiene dos hijos propios. Se espera que herede una parte significativa de la fortuna de Puech, que incluye valiosas propiedades en Marrakech (Marruecos) y Montreux (Suiza), valuadas en 5,9 millones de dólares.
Para llevar a cabo la ejecución de esta inusual medida, Puech decidió abordar la situación de una manera singular: redactando una carta dirigida a su abogado. En dicha misiva, expresó su deseo de que el jardinero, quien se encuentra casado con una española y tiene dos hijos, fuese considerado para ser adoptado.
El proceso de adopción de adultos, aunque no es imposible en Suiza, se caracteriza por ser atípico. Mientras el procedimiento se encuentra aún en curso, las repercusiones de un éxito en este asunto podrían ser significativas, ya que el beneficiario podría tener derecho a heredar al menos la mitad de la fortuna del magnate, según reporta el medio Tribune de Genève.
La noticia no solo causó sorpresa entre los allegados de Puech y en el ámbito empresarial a nivel mundial, sino que también resonó en la Fundación Isócrates. Según informes del diario El País de España, el magnate había establecido un acuerdo sucesorio con la fundación en 2011, comprometiéndose a donarles su fortuna tras su eventual fallecimiento.
Esta revelación generó una serie de cuestionamientos, ya que la Fundación Isócrates, cuya misión es respaldar iniciativas sin ánimo de lucro que protegen el debate público y combaten la desinformación, se vio sorprendida por el repentino deseo de Hermès de tener un heredero. Nicolas Borsinger, secretario general de la fundación, lamentó la situación y expresó su pesar ante la repentina y unilateral cancelación del pacto de sucesión.
En una entrevista con la AFP, Borsinger declaró que la anulación del acuerdo sucesorio fue realizada de manera abrupta a través de un acto que, según él, debería considerarse nulo. Además, destacó la preocupación de la fundación sobre cómo estas circunstancias, completamente fuera de su control, podrían amenazar la sostenibilidad de sus actividades de utilidad pública en el futuro.
Entretanto, el jardinero de Puech permanece en silencio, sumergido en el anonimato y, cada vez más, acercándose a la posibilidad de alcanzar el estatus de multimillonario. De acuerdo con las cifras reveladas por el diario italiano Corriere della Sera, se estima que pueda recibir alrededor de 40 millones de euros anuales únicamente en concepto de dividendos.