Rusia, aliada de Irán, condenó este sábado, 28 de septiembre, el asesinato del líder del movimiento islamista proiraní Hezbolá, Hassan Nasrallah, en un bombardeo israelí cerca de Beirut, y urgió a Israel a cesar sus operaciones militares en Líbano.

“Condenamos decididamente el último asesinato político llevado a cabo por Israel” y “una vez más instamos con insistencia a Israel a cesar de inmediato sus acciones militares” en Líbano, indicó la Cancillería rusa en un comunicado, que achaca a Israel la “responsabilidad total” de las consecuencias “dramáticas” que podría provocar en la región el asesinato de Nasrallah.

Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) lamentó la muerte del líder del partido milicia Hezbolá, en la víspera bajo los intensos bombardeos del Ejército de Israel sobre Beirut, aunque confía en que vendrá a sucederle una nueva generación de líderes aún “más fuertes y decididos”.

“Hamás ofrece sus sinceras condolencias, simpatía y solidaridad al hermano pueblo libanés, a los hermanos de Hezbolá y a la resistencia islámica en Líbano”, comienza un comunicado en el que condena la “bárbara agresión” que cometió Israel este viernes al bombardear el barrio de Dahieh, en el sur de la capital libanesa.

“Consideramos que esto es un acto cobarde de terrorismo, una masacre y un crimen atroz, lo que demuestra una vez más la sangrienta brutalidad de la ocupación, una entidad canalla que ignora todos los valores, normas y leyes internacionales”, manifiesta Hamás, quien reprocha a la comunidad su “silencio” e “inacción”.

Foto: Marwan Tahtah / Getty Images. | Foto: 2024 Marwan Tahtah

“La ocupación sionista tiene toda la responsabilidad por este crimen atroz y sus peligrosas repercusiones en la seguridad y la estabilidad de la región”, remarcó Hamás, quien señala también hacia Estados Unidos “por su continuo apoyo a esta ocupación” y “no condenar y detener esta escalada del terrorismo sionista”.

Hamás ensalzó la figura de Nasrallah, a quien recordó como un “mártir” cuya vida estuvo “llena de sacrificios”, destacando a su vez sus “honorables posiciones” en favor del pueblo y la causa palestina y su apoyo a la resistencia.

“La historia ha demostrado que siempre que los líderes de la resistencia mueren como mártires serán sucedidos por una nueva generación de líderes más valientes, más fuertes y más decididos a persistir en la lucha contra el enemigo sionista”, destacó el grupo islamistas palestinos.

Hamás cree que este tipo de “crímenes y asesinatos” llevados a cabo por Israel solo conseguirán reforzar aún más la “resistencia” tanto en Líbano como en Palestina “hasta la victoria y derrota de la ocupación”.

El fallecido jefe de Hezbolá, considerado el hombre más poderoso de Líbano, vivía en la clandestinidad desde la última guerra entre Israel y el movimiento islamista en 2006. Pero el viernes el Ejército israelí consiguió localizarlo y matarlo.

Nasrallah, asesinado a los 64 años, apareció contadas veces en público desde la guerra que enfrentó a su movimiento con el Ejército israelí a mediados de 2006, y su lugar de residencia siempre fue un secreto.

El líder de Hezbollah en el Líbano, Sayyed Hassan Nasrallah, aparece en una pantalla mientras se dirige a sus partidarios durante una ceremonia para honrar a los combatientes muertos en la reciente escalada con Israel, en los suburbios del sur de Beirut. | Foto: REUTERS

Pero pese a la clandestinidad, el jefe de la poderosa milicia chiita recibía visitantes, incluidos los líderes de movimientos palestinos aliados, que publicaron fotos de los encuentros.

Los periodistas y personalidades que se reunieron con él relataron haber sido conducidos por Hezbolá en coches de seguridad hacia una localización difícil de identificar.

Nasrallah pronunciaba habitualmente discursos transmitidos en vivo, que tenían en vilo al Líbano, ya que era considerado el hombre más poderoso del país porque al frente de Hezbolá contaba con la facultad de decidir sobre la guerra o la paz.

Para sus seguidores chiitas, su figura era objeto de un culto, pero su influencia se extendía en las esferas políticas y su muerte puede tener implicaciones para toda la región.

*Con información de la AFP y Europa Press.