Las tensiones entre China y algunos países asiáticos siguen creciendo, tanto que los aliados a Estados Unidos piden su ayuda en caso que sean atacados militarmente por el gobierno de Xi Jinping.
Precisamente en una reunión que tuvieron el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con su homólogo filipino, Ferdinand Marcos Jr., también conocido como ‘Bongbong’ Marcos, se confirmó la “férrea” alianza que tienen los dos países, tanto que advirtieron que si ocurre un ataque contra las Fuerzas Armadas de Filipinas se desencadenaría la defensa estadounidense.
“Un ataque armado contra las Fuerzas Armadas, buques o aeronaves filipinas en el Pacífico, incluido el mar de China Meridional, invocaría los compromisos de defensa mutua de Estados Unidos en virtud del Tratado de Defensa Mutua entre Estados Unidos y Filipinas de 1951″, dice el comunicado que se publicó en conjunto entre los dos gobiernos.
En este sentido, Biden y Marcos subrayaron “su compromiso inquebrantable con la libertad de navegación y sobrevuelo en el mar meridional de China”, así como “la importancia de respetar los derechos soberanos de los estados dentro de sus zonas económicas exclusivas de conformidad con el Derecho Internacional”, en referencia a las últimas tensiones en la región por increpaciones de buques de guerra chinos contra pescadores filipinos.
También coincidieron en “la importancia de mantener la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán como un elemento indispensable de la seguridad y la prosperidad mundial” y expresaron su apoyo a Ucrania, en el marco de la invasión rusa, remarcando la “independencia e integridad territorial” dentro de “sus fronteras internacionalmente reconocidas”.
Este encuentro, que es la primera visita de Marcos a la Casa Blanca desde que asumió la Presidencia de Filipinas el año pasado, se enmarca en las tensas relaciones con Pekín por las aguas del mar de China Meridional y por la presencia estadounidense, ya que Manila ha accedido a proporcionar cuatro nuevas bases militares a Washington.
Las bases, en aplicación del Acuerdo de Cooperación Reforzada en materia de Defensa (EDCA), tienen el objetivo de construir instalaciones para almacenar y suministrar equipamiento, por lo que el mandatario filipino tuvo que remarcar que Filipinas “no será utilizada como base para acciones militares” con el fin de “atacar a China”.
Hace unos días tropas de Estados Unidos y Filipinas dispararon una salva de cohetes contra un barco que representaba un buque enemigo en el ejercicio final de las mayores maniobras conjuntas de estos dos aliados en el mar de China Meridional.
Es la primera vez que ambos países realizan un ejercicio con fuego real en estas aguas disputadas que China reclama en casi su totalidad.
El presidente filipino, quien sigue estrechando su política de defensa con Washington, presenció en aquella ocasión el ejercicio desde una torre de observación al norte de Manila.
La embajadora de Estados Unidos en Filipinas, MaryKay Loss Carlson, dejó en evidencia los ejercicios militares de su país y el lanzamiento de armamento pesado.
“El desarrollo de nuestras capacidades y nuestras tropas fortalece la alianza en materia de defensa”, publicó en su Twitter oficial la diplomática estadounidense.
Filipinas ya había advertido a China
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Filipinas emitió un comunicado denunciando que las maniobras realizadas por la Guardia Costera de China en el mar de China Meridional son “totalmente incompatibles” con la libertad de navegación” y “altamente peligrosas”.
“Me gustaría enfatizar que Filipinas tiene el derecho legal de realizar patrullas marítimas de rutina en sus aguas territoriales”, recalcó en el escrito la portavoz de Exteriores, Teresita Daza, según recoge el diario ‘The Phillipine Star’.
“La interferencia de la Guardia Costera de China con esta misión de rutina fue totalmente incompatible con la libertad de navegación, y una serie de incidentes documentados también supusieron maniobras altamente peligrosas que eran contrarias a las prácticas estándar de navegación”, incide el comunicado.
Estas interferencias a las que hace referencia Daza son una serie de maniobras que supuestamente estuvieron a punto de suponer la colisión entre embarcaciones. Una el 19 de abril y otra, cuatro días después, que fue el más significativo de estos dos incidentes, con dos patrullas a 50 yardas de chocar.
*Con información de Europa Press.