El papa Francisco se refirió este domingo al racismo, una práctica de discriminación o persecución que calificó como vergonzosa para cualquier sociedad del planeta, independientemente de la raza u origen étnico de cada individuo. Además, insistió en que se trata de un flagelo que no puede darse por superado, pues se manifiesta cuando menos se le espera.

A través de sus redes sociales, la máxima autoridad católica manifestó: “El racismo es un virus que muta fácilmente y que, en lugar de desaparecer, se esconde y está siempre al acecho”, afirmó en su cuenta de Twitter.

“Las expresiones de racismo vuelven a avergonzarnos, demostrando así que los avances de la sociedad no están asegurados para siempre”, agregó el papa Francisco, quien emitió su mensaje en medio de la conmemoración del Día Internacional por la Eliminación de la Discriminación Racial.

Esta conmemoración fue establecida por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de recordar la matanza de Sharpeville el 21 de marzo de 1960, donde fueron masacrados 69 manifestantes que protestaban pacíficamente contra el apartheid (sistema de segregación racial) en Sudáfrica.

El mensaje del papa ya cuenta con más de 10.000 ‘me gusta y ha sido compartido más de 2.500 veces con en menos de 10 horas desde que fue publicado. Al final de su comentario, el sumo pontífice acompañó la publicación con los hashtag #FightRacism #FratelliTutti, que hacen referencia a la lucha contra el racismo y a la importancia de la hermandad.

FratelliTutti, por ejemplo, es una consigna de la encíclica papal que Francisco emitió en 2020 en medio de la pandemia del coronavirus como un llamado a la solidaridad y la hermandad entre todos los seres humanos del planeta. El sumo pontífice ha sido varias veces insistente en la importancia de luchar contra actos de racismo, especialmente contra población migrante o grupos marginados.

A pesar de sus recientes quebrantos de salud, el papa Francisco visitó recientemente territorio iraquí durante casi cuatro días para llevar a cabo su primer viaje al extranjero desde que se inició la pandemia del coronavirus, además de que se trató de una visita histórica a ese país de Oriente Medio, pues se convirtió en el primer papa en visitar Irak.

La verdad sobre video del papa Francisco haciendo un truco con un mantel en un altar | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

Durante los casi cuatro días que duró la visita, el papa argentino de 84 años de edad expresó su apoyo a una comunidad cristiana azotada por la guerra y los ataques, además de que logró reunirse con el más alto dignatario chiita de ese país. La presencia de la máxima autoridad del Vaticano puso en marcha un operativo sin precedentes en el que recibió vigilancia de 10.000 hombres durante su paso por las calles de Bagdad, Najaf, Ur, Erbil, Mosul y Qaraqosh.

“Viajaré a Irak para realizar una peregrinación de tres días. Desde hace tiempo deseo visitar a ese pueblo que tanto ha sufrido. (...)”, aseguró el papa a través de su cuenta de Twitter para referirse a su viaje al Oriente Medio.

Los próximos planes de Francisco

Luego de su visita a territorio iraquí, el sumo pontífice aseguró que podría visitar Argentina, Uruguay y el sur de Brasil próximamente.

“Los viajes se cocinan en el tiempo, en mi conciencia y esto (la pandemia) es algo que me hacía dudar, pero he rezado mucho y he tomado una decisión libremente, pero que venía de adentro”, aseguró el papa Francisco sobre su presencia en Irak y sobre la posibilidad de que sus viajes a otros países continúen.

Francisco afirmó que vivió durante 76 años en Argentina y que ya fue suficiente. No obstante, aseguró: “Quiero decirlo, para que no se hagan fantasías de patria-fobia: cuando se dé la oportunidad, se deberá hacer un viaje a Argentina, Uruguay y el sur de Brasil, ya que tienen una similitud cultural”.

El papa respondió varias preguntas de los periodistas tras culminar su viaje a Oriente Medio. “Irak siempre permanecerá conmigo, en mi corazón […] He oído voces de dolor y de angustia, pero también voces de esperanza y de consuelo”, concluyó el sumo pontífice.