“No están solos”. El papa Francisco se reunió este miércoles con dos activistas por la paz, uno israelí y el otro palestino, y se solidarizó con los católicos de Tierra Santa, a pocos días de Pascua. “Estoy cerca de todos ustedes, en sus varios ritos, queridos fieles católicos esparcidos por todo el territorio de la Tierra Santa. En particular, a cuantos, en estos momentos, están sufriendo dolorosamente el drama absurdo de la guerra” escribió el papa argentino en una carta publicada por el Vaticano.
Cuatro días antes de la Pascua, que conmemora la muerte y resurrección de Cristo entre los católicos, Jorge Bergoglio, de 87 años y que había visitado Tierra Santa en 2014, quiso apoyar “a los niños a los que se les niega un futuro, a cuantos lloran y sufren, a cuantos experimentan angustia y desorientación”. “Hermanos y hermanas, quisiera decirles que no están solos y no los dejaremos solos”, aseguró el jesuita argentino, quien ha pedido repetidamente un alto el fuego y la liberación de rehenes desde el ataque de Hamás el 7 de octubre y el inicio de los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza.
El territorio palestino, donde la mayoría de los 2,4 millones de habitantes son musulmanes, tiene alrededor de mil cristianos, la mayoría ortodoxos, mientras que el número de católicos en Israel y los Territorios Palestinos se estima en unos 200.000. Este miércoles, el papa también expresó su cercanía con dos padres y activistas por la paz, un israelí y un palestino, que perdieron a sus respectivas hijas por el conflicto.
“Podemos vivir en paz, sin matarnos unos a otros, pero sin ocupación, sin opresión, iguales”, dijo a los periodistas Basam Aramin, nacido en Jericó, Cisjordania, cuya hija de diez años murió en 2007 frente a su escuela por disparos de un soldado israelí.
Su amigo Rami Elhanan, que perdió a su hija adolescente en un atentado suicida de Hamás en Jerusalén en 1997, dijo que el papa estuvo “profundamente conmovido” por las acciones de ambos padres por la paz a través de una asociación que trabaja por el diálogo entre palestinos e israelíes.
“Creo que el apoyo del papa está resonando en todo el mundo, él entiende que este baño de sangre no lleva a ninguna parte, que el derecho a la legítima defensa no da derecho a vengarse”, dijo Elhanan.
En Gaza sigue la guerra
En los últimos dos días, los combates en Gaza han continuado sin pausa, pese a que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobase el lunes una resolución que reclama un “cese el fuego inmediato” y la liberación de unos 130 rehenes israelíes que permanecen en Gaza, incluyendo a 34 que, se presume, han muerto.
El martes por la noche, una bola de fuego iluminó el cielo en la ciudad sureña de Rafah, el único centro urbano de Gaza donde no han entrado las fuerzas terrestres israelíes. Cerca de 1,5 millones de personas están aglomeradas en esa zona, muchas de ellas llegaron huyendo de los bombardeos israelíes. Este miércoles por la mañana, espesas humaredas emanaban de una zona densamente poblada del norte de la Franja.
En tanto, el ejército israelí continúa con sus intervenciones en tres grandes hospitales gazatíes y en sus inmediaciones, alegando que los comandos de Hamás los utilizan como base de operaciones.
Cientos de habitantes se vieron obligados a abandonar la zona del centro médico en la última semana a causa de esa operación, iniciada el 18 de marzo. El ejército también prosigue con sus operaciones en Jan Yunis, en el sur de la Franja, en el área de los hospitales Naser y Al Amal, situados a un kilómetro de distancia, añadió el cuerpo armado.
El hospital Al Amal está “fuera de servicio” y “dejó completamente de funcionar”, señaló el martes la Media Luna Roja palestina, tras la evacuación de los civiles que allí se encontraban. Según la entidad, en el hospital Naser, rodeado por el ejército israelí, el martes todavía había miles de civiles.
“El cierre forzado del hospital Al Amal, una de las pocas estructuras médicas que quedan en el sur [...], pone en peligro innumerables vidas”, denunció la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
*Con información de AFP