La ofensiva rusa sobre Ucrania, la cual cumple 18 meses sin una salida visible a través del diálogo entre Moscú y Kiev, ha acaparado la atención internacional desde que la pandemia del covid-19 dejara de ser el principal asunto de preocupación a nivel global.
Los gobiernos de Vladimir Putin y Volodímir Zelenski no dan su brazo a torcer en medio de la guerra, la cual ha provocado el desplazamiento de miles de personas hacia países del Cáucaso como Armenia, Azerbaiyán y Georgia, y también hacia Europa Central como es el caso de Polonia y República Checa. Asimismo, la cifra de muertos y heridos aumenta con el paso de las horas, lo cual preocupa sobremanera a la comunidad internacional, entre ellos, al Vaticano.
El sumo pontífice ha seguido muy de cerca el conflicto entre las dos naciones de Europa Oriental, y en reiteradas ocasiones ha exhortado a ambos gobiernos a entablar diálogos que permitan el fin del conflicto, en donde los niños han sido los principales perjudicados.
En el marco de la tradicional Audiencia General de los miércoles, desde Roma, el papa Francisco instó a orar “por la querida Ucrania, tan duramente probada por la guerra, recemos por nuestros hermanos y hermanas de Ucrania. La guerra es cruel, muchos niños desaparecidos”.
Un llamado de la Santa Sede al mundo
Para el papa Francisco, el cuidado del planeta, o como él lo denomina “la casa común” ha sido una de sus banderas desde el 2013, cuando inició su pontificado, por lo que ha invitado a los gobiernos a vivir en paz para que la Tierra sea un lugar próspero y habitable, en el cual pueda prevalecer la especie humana.
“Recemos por favor. No olvidemos la martirizada Ucrania. Hoy es una fecha significativa para su país”, añadió Francisco en medio de su intervención, enfatizando la necesidad de guardar la fe en Dios para que la salida del conflicto se dé lo antes posible, además de recordar que el 23 de agosto la sociedad ucraniana celebra el Día de la Bandera desde el 2004.
Junto a las oraciones que el papa pide a la comunidad católica, Francisco designo en meses pasados al cardenal Matteo Zuppi en una misión encomendada para intentar lograr un diálogo entre Moscú y Kiev, para así lograr ponerle fin a la guerra en Europa Oriental.
“El cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, está trabajando a fondo como responsable de los diálogos”, explicó recientemente el pontífice a la revista española Vida Nueva, señalando que “el avance más significativo tiene que ver con el retorno de los niños ucranianos a su país”
Asimismo, el papa declaró a la prensa que estaba estudiando la posibilidad de designar “un representante permanente”, para que las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania se puedan dar, del cual se conoce que ha viajado a Kiev, Moscú y Washington, y prontamente se dirigirá a Pekín.
Ucrania: Un territorio sin paz
Luego de que el papa denunciara este miércoles la cantidad de niños desaparecidos por la guerra en Ucrania, el pontífice expresó que “Confiamos a la intercesión de San Bartolomé a la querida Ucrania, tan duramente golpeada por la guerra”.
La nación europea está en constante búsqueda de su aceptación en la OTAN y la Unión Europea, lo que podría asegurar la continuidad del conflicto debido a que con el apoyo de estos dos organismos, Kiev podría hacerle mayor frente a las ofensivas bélicas de Rusia, lo que ocasionaría una escalada de violencia aún mayor y así la oportunidad de terminar el conflicto a través del diálogo sería cada vez más difícil, por lo que sería una derrota diplomática para el Vaticano, ya que durante más de un año ha trabajado por sentar a los dos bandos para negociar la paz.