El estado de salud del papa Francisco, que presentó un cuadro gripal este fin de semana, es ahora mismo “bueno y estable”, indicó el lunes el Vaticano, precisando que el pontífice mantiene agendado su encuentro con el presidente de Paraguay.
“El estado de salud del papa es bueno y estable, no tiene fiebre y su condición respiratoria ha mejorado claramente”, indicó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, en un comunicado. “La radiografía descartó una neumonía, pero mostró una inflamación pulmonar que estaba causando dificultades respiratorias. Para aumentar la eficacia de la terapia”, el tratamiento con antibióticos está siendo administrado “por vía intravenosa”, precisó el portavoz.
El pontífice argentino, de 86 años, tiene previsto tomar el avión el viernes para viajar a Dubái, con motivo de la cumbre anual del clima, la COP28. El “leve estado gripal” del papa obligó a cancelar sus audiencias previstas el sábado por la mañana.
El domingo pronunció el rezo del Ángelus desde su residencia, y no desde la ventana del palacio apostólico que da a la plaza de San Pedro del Vaticano. El sumo pontífice ha hecho de la defensa del medioambiente una de las causas de su papado, y tiene agendado un discurso ante la COP28 en Dubái el 2 de diciembre.
En él se espera que anime a los países a recortar drásticamente sus emisiones de gases de efecto invernadero. A la espera de ese viaje, “varios compromisos importantes previstos los próximos días fueron postergados (...) a fin de facilitar la convalecencia del papa”, mientras que “otros, de carácter institucional o más llevaderos en su actual estado de salud, se mantuvieron”, explicó Matteo Bruni.
Después de apoyarse en la ciencia para sustentar sus misivas morales sobre el cambio climático, el papa Francisco espera que su histórica presencia en la conferencia de la ONU sobre el clima ayude a inclinar la balanza en las cruciales negociaciones. El papa de 86 años, que convirtió la defensa del medioambiente en uno de los pilares de su pontificado, pronunciará un discurso en la COP28 de Dubái el 2 de diciembre.
Será la primera vez que un papa acuda a una cumbre de la COP desde su creación en 1995. Se espera que Francisco denuncie la inacción de los países implicados y que los incite a reducir drásticamente sus emisiones de gas de efecto invernadero. También podría ayudar a reconstruir la confianza entre los países vulnerables ante el cambio climático y las ricas economías contaminadoras
Esta semana, el papa tiene previsto recibir este lunes al presidente de Paraguay, Santiago Peña. El estado de salud de Francisco se deterioró en los últimos meses, lo que lo obliga a desplazarse en silla de ruedas, al tiempo que continúa la especulación sobre una renuncia al cargo, como ya hiciera su predecesor Benedicto XVI.
El domingo, el papa celebró la tregua entre Israel y Hamás. “Hoy damos gracias a Dios porque por fin hay tregua entre Israel y Palestina y algunos rehenes han sido liberados. Recemos juntos para que todos lo sean cuanto antes, para que entre más ayuda humanitaria en Gaza y para que insistamos en el diálogo: es la única vía para tener paz”, dijo.
Días antes, había hablado de la violencia de género. “La violencia contra las mujeres es una mala hierba venenosa que aflige nuestra sociedad y que debe ser eliminada de raíz. Estas raíces crecen en el terreno del prejuicio y de la injusticia, y se combaten con una acción educativa que ponga en el centro a la persona y su dignidad”, escribió.
El jefe de la Iglesia católica fue sometido a una operación de colon en 2021 y fue hospitalizado en dos ocasiones este año, una de ellas para una operación en el abdomen.
*Con información de AFP.