La preocupación por la situación que está enfrentando Ucrania por la invasión de parte de Rusia alerta a los líderes del mundo. Este viernes el jefe de Estado de la ciudad del Vaticano, el papa Francisco, se reunió con el embajador ruso en su sede central.
El pontífice mencionó sentirse preocupado y alarmado por la “operación militar” que el presidente ruso Vladimir Putin empezó a efectuar desde hace dos días. Su desasosiego radica en la guerra, por lo que el papa dejó todas sus tareas para entablar una conversación con Alexander Avdeev.
Por más de media hora, los representantes de la Iglesia católica y del Kremlin se congregaron para que el papa diera a conocer su intranquilidad, luego de que se dijera hace poco que “los escenarios trágicos que todos temían lamentablemente se están convirtiendo en realidad”, según un comunicado de la Santa Sede.
Este tipo de visitas no son encuentros que habitualmente se lleven a cabo. Sin embargo, a pesar de lo inusual que parece, da cabida a mostrar el interés por el diálogo desde el Vaticano. Los protocolos no tuvieron ningún presente y como lo manifestó este jueves el secretario de Estado, Pietro Parolin, aún hay un “espacio para la negociación”, pese a que hayan iniciado " las operaciones militares rusas en territorio ucraniano”.
El vaticano insistió este jueves 24 de febrero en que “todavía hay espacio para la negociación” ante la situación que se vive en Ucrania, luego de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenara un ataque escalonado en contra de Ucrania, específicamente en el territorio de Donbás.
“Los escenarios trágicos que todos temían lamentablemente se están convirtiendo en realidad. Pero todavía hay tiempo para la buena voluntad, todavía hay espacio para la negociación”, señala un comunicado firmado por el secretario de Estado y número dos del Vaticano, el cardenal Parolin.
En la comunicación, el religioso recordó algo mencionado anteriormente por el papa Francisco asegurando que lo que se esta poniendo en riesgo es “la paz de todos”.
“El papa mencionó ‘gran dolor, angustia y preocupación’. Y llamó a todas las partes involucradas a ‘abstenerse de cualquier acción que cause aún más sufrimiento a las poblaciones’, ‘desestabilice la convivencia pacífica’ y ‘desacredite el derecho internacional’”, subrayó.
“Este llamamiento adquiere una dramática urgencia tras el inicio de las operaciones militares rusas en territorio ucraniano. Los escenarios trágicos que todos temían lamentablemente se están convirtiendo en realidad”, añadió.
Finalmente, destacó que los creyentes no pierden “la esperanza” de ver “un resquicio de conciencia en quienes tienen en sus manos los destinos del mundo”. Y agregó “seguimos orando y ayunando, lo haremos el próximo Miércoles de Ceniza, por la paz en Ucrania y en todo el mundo”, concluyó.
El pasado miércoles el papa Francisco ya había lamentado la situación, por entonces “cada vez más preocupante” en Ucrania. “Pese a los esfuerzos diplomáticos de estas últimas semanas, tenemos ante nosotros una situación cada vez más preocupante”, dijo Francisco, tras su audiencia semanal. “Pido a todas las partes implicadas que se abstengan de llevar a cabo acciones que puedan provocar aún más sufrimiento en los pueblos”, agregó.
Además, el papa convocó para el próximo 2 de marzo, cuando se celebra el miércoles de ceniza, una jornada de oración y ayuno por la paz en Ucrania, al tiempo que hizo un llamado a la “conciencia” de los que tienen responsabilidades políticas para que cese la escalada de tensión en la zona.
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