El papa Francisco será el primer pontífice en visitar Baréin, donde permanecerá del 3 al 6 de noviembre con el objetivo de reforzar el diálogo con el islam pese a las protestas por las violaciones de los derechos humanos en este próspero país del Golfo.

El viaje número 39 al exterior del papa argentino fue organizado en el marco del foro para el diálogo entre Oriente y Occidente que se celebra en ese país, formado por un archipiélago de treinta islas situadas entre Arabia Saudita y Catar.

Será la segunda vez que Francisco visite la zona, después de su histórico viaje a los Emiratos Árabes Unidos en 2019, en el que lanzó un mensaje de convivencia entre religiones.

En total pronunciará siete discursos en Baréin, uno de los países más ricos del mundo gracias al petróleo y cuya forma de gobierno es la monarquía constitucional.

Cuenta con una población de 1,4 millones de habitantes, gobernados por el rey Hamad bin Isa Al Jalifa, musulmán sunita.

Y aunque el Vaticano insiste en su “mensaje de paz y unidad”, la visita también ha suscitado críticas de algunas organizaciones de defensa de los derechos humanos, que acusan al rey de Baréin de discriminar y marginalizar a los chiitas del país, 46 % de la población según datos del Vaticano.

Según estimaciones vaticanas, Baréin, que formalizó sus relaciones diplomáticas con la Santa Sede en 2000, aloja además a unos 80.000 católicos, en su mayoría trabajadores provenientes de Asia, en particular inmigrantes de India y Filipinas.

Por ello se estima que Francisco va a pedir que se respete la libertad de religión y de expresión en ese país, uno de los temas más delicados, que ya suscitó críticas y protestas de varias organizaciones de derechos humanos.

Para Matteo Bruni, portavoz del papa, el viaje quiere ser “un nuevo y valioso” paso para las buenas relaciones con el mundo islámico, entre las prioridades del pontificado.

Paz, migración, discriminación

Bajo el lema “Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”, inspirado en el Evangelio de Lucas, el papa desea hablar también del papel de las religiones ante las guerras y buscar aliados para la defensa de la paz.

Muchos se preguntan si el viaje del pontífice servirá también para abordar argumentos tabú en esos países, como el de la situación de la mujer y el de los presos políticos.

Amnistía Internacional denunció recientemente “actos de tortura”, así como violaciones de la libertad de expresión y reunión, mientras que la ONG Human Rights Watch señaló la “marginalización selectiva” de la oposición política.

“La visita del papa Francisco a Baréin corre el riesgo de legitimar la política discriminatoria del rey”, sostiene Husain Abdulla, director ejecutivo de la asociación Americans for Democracy & Human Rights in Bahrain, en un artículo publicado por el diario francés Le Monde.

El papa iniciará el jueves su visita con un discurso en Awali (centro) ante las autoridades y el cuerpo diplomático, y el viernes se reunirá con el gran imán de Al Azhar, la máxima autoridad para los sunitas, con sede en Egipto. Más adelante hablará con el “Consejo de Sabios Musulmanes” en la mezquita del Palacio Real.

También presidirá una oración ecuménica en la Catedral de Nuestra Señora de Arabia, la iglesia católica más grande de ese país, inaugurada en diciembre de 2021 tras siete años de obras.

El sábado, el pontífice argentino celebrará una misa en un estadio al que se espera que asistan unos 28.000 cristianos, incluidos unos 20.000 emigrantes extranjeros residentes en el reino, según informó el padre Charbel Fayad, sacerdote de la comunidad árabe de Baréin.

“Estamos encantados con la llegada de tantos cristianos de toda la región”, aseguró a la AFP, al referirse a los fieles provenientes de países vecinos, entre ellos Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Catar y Omán, de mayoría musulmana, pero en el que residen importantes comunidades de trabajadores extranjeros.

El domingo, último día de su visita, el papa se trasladará a la capital Manama para reunirse con religiosos católicos y abogar por la tolerancia religiosa.

Francisco ha visitado previamente Jordania, Turquía, Bosnia Herzegovina, Egipto, Bangladés, Marruecos, Irak y Kazajistán.

Pese a sus problemas de salud y los dolores en la rodilla, Francisco, de 85 años, que se desplaza en silla de ruedas desde mayo, ha querido realizar los cinco viajes al extranjero que tenía programados para 2022, incluida su estancia de una semana en julio en Canadá.