Este viernes, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, se refirió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y le habló a la entidad acerca de la necesidad de crear una Fuerza de Tareas para combatir pandemias futuras, a medida que advirtió sobre el peligro eventual del bioterrorismo, de acuerdo con medios británicos.
“Espero que en 5 años pueda escribir un libro titulado Estamos listos para la próxima pandemia, pero se necesitarán decenas de miles de millones de dólares en investigación y desarrollo: EE.UU. y el Reino Unido serán parte de esto”, dijo el millonario en diálogo con Jeremy Hunt, jefe del Comité Especial de Salud y Asistencia Social de la Cámara de los Comunes británica.
“Se necesitarán probablemente alrededor de US$1.000 millones al año para la Fuerza de Tareas para la pandemia a nivel de la OMS, que está haciendo la vigilancia y en realidad haciendo lo que llamó ‘juegos de gérmenes’ para prácticas”, agregó.
Los “juegos” mencionados hacen referencia a una especie de simulacros, los cuales podrían ayudar a los países a prepararse para posibles casos de bioterrorismo, por lo que Gates planteó una situación en la que “un bioterrorista lleva viruela a 10 aeropuertos”.
“Hay epidemias causadas naturalmente y epidemias causadas por bioterrorismo que podrían ser incluso peor que lo que experimentamos hoy, y aun así los avances en la ciencia médica deberían darnos herramientas”, con el uso de las cuales podríamos manejar la situación “dramáticamente mejor”, añadió.
Fundación Gates invirtió US$120 millones en medicamento contra la covid-19
La Fundación Bill y Melinda Gates anunciaron el miércoles, 3 de noviembre, una inversión de hasta 120 millones de dólares para facilitar el acceso de los países pobres a un prometedor medicamento contra la covid-19 en forma de píldora.
El laboratorio estadounidense Merck ha desarrollado un medicamento, el molnupiravir, que reduce en gran medida el riesgo de hospitalización y muerte cuando se toma en los primeros días de la infección.
Este tratamiento consiste en tomar comprimidos y es por tanto fácil de administrar. Además, representa una alternativa a las vacunas, en particular para los países que tienen dificultades para acceder a ellas.
Su autorización está siendo evaluada actualmente por el regulador estadounidense de los medicamentos, la FDA.
El dinero invertido por la Fundación Gates se utilizará en fomentar la producción de genéricos del fármaco por parte de empresas, en particular indias, a las que Merck ya ha concedido una licencia.
Merck planea fabricar las dosis necesarias para 10 millones de tratamientos antes de fin de año.
Pero gran parte pueden beneficiar a los países ricos, como fue el caso de las vacunas.
“El suministro global (de vacunas) fue comprado por los países ricos”, dijo a la AFP Trevor Mundel, presidente de la división de salud global de la fundación.
“Tenemos que evitar que esto vuelva a suceder”, agregó.
Algunos fabricantes de genéricos “dijeron que pueden producir fácilmente 10 millones de tratamientos por mes, pero el problema es que probablemente no lo harán hasta que vean cuál es la demanda y quién pagará” por su trabajo, explicó.
“Esto es lo que queremos acelerar, no queremos que esperen”, añadió.
La Fundación Gates también ha permitido el desarrollo de una técnica “más sencilla y rentable” para fabricar este fármaco, que se ha compartido con los fabricantes de genéricos.
También prevé invertir parte del dinero en programas de comunicación en torno al uso de este fármaco, para que sea conocido en estos países y que se utilice adecuadamente.