El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, entregó unas declaraciones bastante polémicas sobre el Canal de Panamá, al punto de que señaló que, si es necesario, su gobierno hará todo lo posible por recuperar su administración.
En su intervención, Trump hizo una breve reseña histórica de esta obra de infraestructura clave para el comercio internacional y para la economía global; allí señaló que durante su construcción miles de estadounidenses perdieron la vida y dejó ver que la forma como actualmente se está administrando va en contra de la memoria de estas personas y de los intereses de su país.
“Considerado una de las maravillas del mundo moderno, el Canal de Panamá abrió sus puertas hace 110 años y fue construido con un enorme costo para los Estados Unidos en vidas y tesoros: 38.000 hombres estadounidenses murieron a causa de mosquitos infectados en las selvas durante la construcción”, dijo Trump en parte de su intervención.
Sobre la importancia que tiene este paso marítimo para los intereses de Estados Unidos, Trump recalcó que no solo es clave para el comercio de su país, sino que es vital para la defensa ante cualquier amenaza, razón por la que le está exigiendo a Panamá que lo administre de forma adecuada.
“El Canal de Panamá es considerado un Bien Nacional vital para los Estados Unidos, debido a su papel fundamental para la economía y la seguridad nacional de los Estados Unidos. Un Canal de Panamá seguro es crucial para EE.UU., comercio y rápido despliegue de la Armada desde el Atlántico hasta el Pacífico, y reduce drásticamente los tiempos de envío a los puertos estadounidenses”, agregó Trump.
Así mismo, indicó que Estados Unidos es el principal usuario de ese canal y le reclamó a Panamá por los cobros que actualmente le hace la administración de este cruce marítimo a las embarcaciones estadounidenses, algo que rechazó categóricamente y que motivó, en algo, su advertencia.
“Estados Unidos es el usuario número uno del Canal, con más del 70 % de todos los tránsitos hacia o desde puertos estadounidenses. Teddy Roosevelt era presidente de los Estados Unidos en el momento de su construcción y comprendía la fuerza del poder y el comercio navales. Cuando el presidente Jimmy Carter lo regaló tontamente, por un dólar, durante su mandato, era responsabilidad exclusiva de Panamá, no de China ni de nadie más. Tampoco estaba dado que Panamá cobrara a los Estados Unidos, a su Armada y a las corporaciones que hacen negocios en nuestro país precios y tarifas de pasaje exorbitantes. Nuestra marina y comercio han sido tratados de una manera muy injusta e imprudente. Las tarifas que cobra Panamá son ridículas, especialmente sabiendo la extraordinaria generosidad que Estados Unidos le ha otorgado. Esta completa ‘estafa’ de nuestro País se detendrá inmediatamente”, dijo Trump.
Para finalizar, el nuevo inquilino que llegará a la Casa Blanca aseguró que no permitirá que el Canal de Panamá sea operado por “manos equivocadas” y puso en evidencia que fue una obra construida para el beneficio de Estados Unidos, razón que motivaría a su gobierno a exigir que la administración de una de las maravillas de la era moderna sea devuelta a su país.
“Estados Unidos tiene un interés personal en la operación segura, eficiente y confiable del Canal de Panamá, y eso siempre se entendió. ¡Nunca dejaremos que caiga en las manos equivocadas! No fue otorgado para beneficio de otros, sino simplemente como muestra de cooperación con nosotros y Panamá. Si no se siguen los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de donación, entonces exigiremos que se nos devuelva el Canal de Panamá, en su totalidad y sin cuestionamientos. A los Funcionarios de Panamá, ¡por favor guíense en consecuencia!”, concluyó Trump.